En los últimos dos años, las muertes por sobredosis de cocaína en EEUU subieron en 34 por ciento.
El abuso y la adicción a los opioides en Estados Unidos, incluidos los analgésicos recetados y las drogas sintéticas,son una grave amenaza de salud pública que genera una carga económica de 78.500 millones de dólares anuales, representada en atención médica, pérdida de productividad, tratamiento de la adicción y costos de intervención judicial. Cada día, 90 estadounidenses mueren por sobredosis de opioides. Esta crisis –por sí sola– ha provocado más fallecimientos en Estados Unidos en los últimos dos años que los horrores de la guerra de Vietnam.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se produjeron 70.200 víctimas por sobredosis de drogas en ese país el año pasado; más de la mitad se originó en el fentanilo, opioide sintético comúnmente utilizado por los médicos norteamericanos como analgésico con una potencia superior a la morfina. En los últimos tres años, el número de muertes atribuidas a los opioides sintéticos aumentó en 413 por ciento; las defunciones por sobredosis de heroína, cocaína, metanfetamina y opioides recetados subieron desde el 2014.