La administración Trump combatirá las organizaciones del narcotráfico, por medio de iniciativas con los países de origen. Cuando un país productor no actúe, ejercerá su poder económico para exigir cambios tangibles en las políticas antidrogas.
La Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca publicó la semana pasada los objetivos y prioridades de la administración del presidente Donald Trump. Este documento oficial marca el inicio del proceso de evaluación de las políticas nacionales antidrogas de los países productores, Colombia ente ellos, que culmina en septiembre de cada año con la certificación o la descertificación por parte del presidente estadounidense.
La nueva visión de Estados Unidos pretende adaptarse al panorama cambiante del tráfico ilícito de drogas y garantizar que sus fronteras, comunidades y escuelas, estén protegidas de la influencia corrosiva de las drogas ilícitas.
La Casa Blanca definió cinco prioridades de política pública contra las drogas ilícitas:
1. Disminuir las muertes por sobredosis de drogas en todo el país, impulsadas, principalmente, por el fentanilo, para lo cual ampliará el acceso a la educación, medicamentos vitales y servicios médicos de emergencia. La administración Trump implementará penas más severas para quienes, a costa de la vida de los consumidores involuntarios de drogas, se lucren de la prescripción de opioides.
2. Prevenir el consumo de drogas antes de que comience su adicción, especialmente entre los jóvenes, mediante campañas educativas y programas de prevención en escuelas y comunidades.
3. Brindar tratamiento que conduzca a la recuperación a largo plazo de los adictos a las drogas.
4. Reducir el movimiento global de drogas ilícitas, incluyendo precursores y sustancias químicas usadas en su producción. La administración Trump combatirá las organizaciones criminales del narcotráfico, por medio de iniciativas con los países de origen. Cuando un país productor no actúe, la administración Trump ejercerá su poder económico para exigir cambios tangibles en las políticas antidrogas, o en su defecto, enfrentar la descertificación.
5. Detener el flujo de drogas ilícitas a través de las fronteras estadounidenses. Con este objetivo en mente, el presidente Trump designó como organizaciones terroristas extranjeras a ocho cárteles y bandas trasnacionales que trafican drogas ilícitas y ponen en peligro la seguridad de Estados Unidos, designación que debería incluir a los carteles colombianos.
Publicado por Andres Espinosa Fenwarth