Para el gobierno colombiano, el segundo objetivo del Memorando 2025 es reconocer oficialmente la dictadura de Maduro.

El sátrapa venezolano y su par colombiano acordaron el 17 de julio pasado el contenido del Memorando de Entendimiento 2025 para crear una “Zona de Paz, Unión y Desarrollo Binacional Especial” en la frontera común. El Memorando 2025 fue suscrito por las ministras de Comercio de los dos países, además de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el entonces jefe del despacho presidencial, Alfredo Saade.

El Memorando 2025 compromete a los dos regímenes en la promoción de proyectos conjuntos en materia de comercio, seguridad, infraestructura y políticas sociales en cinco territorios fronterizos: Norte de Santander, Cesar y La Guajira, por la frontera nacional, y Táchira y Zulia, por la venezolana.

El Memorando 2025 es un refrito de las Comisiones Binacionales creadas hace 15 años entre los mandatarios, Hugo Chávez y Juan Manuel Santos, concebidas en la Cumbre Presidencial realizada en la Quinta de San Pedro Alejandrino, el 10 de agosto de 2010. La diferencia central entre los dos actos oficiales estriba en los oscuros propósitos del Memorando 2025.

En primer lugar, para el dictador Maduro, es esencial contar con el apoyo de la Casa de Nariño para contrarrestar el incremento de la presión política ejercida por el presidente Donald Trump de EE. UU., que comenzó cuando dobló la recompensa por su captura a US$50 millones e incauto US$700 millones de sus cuentas bancarias y aviones. Maduro es buscado por su vinculación con el Cartel de los Soles y el Tren de Aragua, que Washington designó como organizaciones “terroristas globales”.

A lo anterior se suma la reactivación de la Cuarta Flota norteamericana -en desuso desde hace 58 años- y el reciente envío a las aguas internacionales de Venezuela de 4.000 marines, tres destructores, tres barcos anfibios de asalto, aviones de reconocimiento y un submarino nuclear, que según el almirante James G Stavridis, exjefe del Comando Sur de la marina estadounidense, pretende fortalecer las operaciones militares, la interdicción y las capacidades de inteligencia contra el narcotráfico y el terrorismo promovidos por Venezuela, considerados, ambos -y con razón- una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.

Para el gobierno colombiano, el segundo objetivo del Memorando 2025 es reconocer oficialmente la dictadura de Maduro, pese al comprobado fraude en las elecciones presidenciales de hace un año, que los demócratas de todo el mundo rechazan.

La tercera finalidad es articular las operaciones militares conjuntas en las áreas binacionales designadas para garantizar la continuidad y la seguridad de la gobernanza criminal de las economías ilegales de Colombia y Venezuela, de las cuales hacen parte integral, desde la satrapía de Chávez, las narco guerrillas binacionales del ELN y las Farc. Así las cosas, el país nacional y el país político de oposición deben rechazar, todos a una, la creación de la zona binacional narcoterrorista.

Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co