El aparatoso colapso petrolero de Venezuela refleja el resonante fracaso del socialismo chavista, de reconocida inspiración cubano-castrista.

La producción petrolera de la compañía estatal venezolana Pdvsa, se desplomó a 1,8 millones de barriles diarios en octubre pasado, el peor desempeño del último cuarto de siglo. Dado que el consumo interno de gasolina absorbe 500 mil barriles, China exige otros 500.000 barriles en pago por sus acreencias y las exportaciones a Cuba y el Caribe ascienden a 100 mil barriles financiados al 1 por ciento a 20 años, Venezuela solo recibe divisas por la venta de 700 mil barriles diarios, cifra inferior a la producción petrolera de nuestro país.

Con los actuales precios internacionales, el estimativo de ingresos petroleros de Venezuela bordea los 13 mil millones de dólares, que sumados a las exiguas exportaciones no petroleras, suponen ingresos de 15 mil millones de dólares para el 2017, la mitad de las exportaciones totales proyectadas de Colombia.

Según la Opep, la producción de hidrocarburos en Venezuela, en retroceso a una tasa de 20.000 barriles diarios por mes desde el 2016, podría caer otros 300.000 barriles diarios el año entrante, como consecuencia de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la falta de capital para el mantenimiento de sus operaciones. Las refinerías de Amuay y Cardon están operando al 50 por ciento de su capacidad, mientras que El Palito, Puerto La Cruz y Bajo Grande están paralizadas.

Standard and Poor’s, Fitch y Moody’s declararon a Venezuela en ‘default restringido’ por el incumplimiento de sus obligaciones financieras. Anteriormente, estas agencias calificadoras de riesgo habían tomado acciones similares con respecto a Pdvsa –ahora presidida por el general Manuel Quevedo– después de que esta compañía decidiera no honrar los pagos de amortización de los bonos con vencimientos en el 2017 y el 2020. La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (Isda), resolvió que los retrasos en los pagos justificaban la activación de los seguros contra default de la nación vecina y de Pdvsa.

Según Francisco Rodríguez, economista jefe de Torino Capital, en el evento en que los pagos de Venezuela y Pdvsa se atrasen aún más, los acreedores podrían invocar las cláusulas de aceleración convenidas y generar un ‘default cruzado’, con lo cual se harían exigibles 99,4 mil millones de dólares en capital e intereses de bonos y pagarés emitidos por Venezuela, Pdvsa y otras empresas estatales. Para Rodríguez, atender esta deuda resultaría imposible, razón por la cual Venezuela “no tendría otra opción sino declarar una cesación unilateral de pagos”.

En ese momento, se podrían activar múltiples demandas contra las refinerías venezolanas fuera del territorio nacional y los tanqueros petroleros. El valor de los activos en juego asciende a 5,9 mil millones de dólares, según las estimaciones de Torino Capital. Adicionalmente, los acreedores podrían embargar las cuentas por cobrar de Pdvsa por envíos de petróleo al resto del mundo, lo cual podría comprometer otros 18,8 mil millones de dólares de ingresos.

¡El aparatoso colapso petrolero de Venezuela refleja el resonante fracaso del socialismo chavista, de reconocida inspiración cubano-castrista!