Como porcentaje del Producto Interno Bruto, el déficit de la cuenta corriente se incrementó del 3,3% al 3,8% en este breve periodo de tiempo.
La junta directiva del Banco de la República presentó recientemente su informe anual al Congreso, dentro del cual se destaca el complejo balance externo para el 2018 y las crudas perspectivas para el 2019.
El Emisor da cuenta del preocupante aumento del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, el cual pasó de 10.296 millones de dólares en el 2017 a 12.661 millones de dólares en el 2018. Como porcentaje del Producto Interno Bruto, el déficit de la cuenta corriente se incrementó del 3,3 por ciento al 3,8 por ciento en este breve periodo de tiempo. Las razones de este alarmante deterioro son múltiples.
El principal determinante del resultado deficitario de la cuenta corriente tiene que ver con el aumento de los egresos por concepto de giros de utilidades de multinacionales con inversión en el país (2.589 millones de dólares) y en menor proporción, por el incremento en los pagos de la creciente deuda externa (781 millones de dólares) requerida para su financiación.
A ello se suma el pobre desempeño de la balanza comercial de bienes, deficitaria en 5.316 millones de dólares, derivado del menor aumento de las exportaciones (4.640 millones de dólares) comparado con el crecimiento acelerado de las importaciones (5.385 millones de dólares) en el 2018, reflejo del fracaso de la política de diversificación de exportaciones no tradicionales de los últimos 25 años.
Para financiar este descuadre cambiario, el país recurrió a la entrada neta de capitales, que pasó de 9.664 millones de dólares en el 2017 (3,1 por ciento del PIB) a 11.981 millones de dólares en el 2018 (3,6 por ciento del PIB). Sin embargo, al examinar los componentes de estos movimientos financieros, sobresale la caída de la inversión extranjera directa en 2.826 millones de dólares, generada por la incertidumbre nacional y el incremento del apetito inversionista de las empresas colombianas del sector financiero y de manufacturas en el exterior por 1.432 millones de dólares en el 2018, fenómeno ligado a la elevada carga tributaria colombiana.
En cuanto al año 2019, el Emisor pronostica un mayor deterioro del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, el cual podría ascender a 14.341 millones de dólares, equivalente al 4,3 por ciento del PIB, el más elevado del planeta, de acuerdo con The Economist, incluso por encima de Gran Bretaña, seriamente golpeada por el brexit.
Este serio quebrantamiento del panorama externo se explica por la continua debilidad exportadora y el voraz apetito importador, que a su vez se podría traducir en la ampliación del déficit comercial a 9.182 millones de dólares a finales del 2019.
Así, pues, cobra sentido la nota técnica publicada a finales de mayo por Fitch Ratings, mediante la cual redujo la perspectiva de la calificación de Colombia de estable a negativa por los desequilibrios fiscales, el crecimiento de la deuda pública y “el aumento del riesgo de los desequilibrios externos”.