Las compras de bienes y servicios del Estado se realizarían de manera directa, con las organizaciones de economía popular.
El candidato presidencial, Gustavo Petro, presentó su programa de gobierno con una etiqueta sugestiva, pero populista: “Colombia, potencia mundial de la vida”. Resulta necesario leer varias veces el documento de 52 páginas para identificar la nuez del modelo económico que el Pacto Histórico le presenta al país para el ‘cambio de rumbo’, con un ‘nuevo contrato social para el buen vivir y el vivir sabroso’.
El eje del nuevo modelo socialista es ‘la economía popular’, basada en el “reconocimiento del trabajo de al menos dos tercios de la población económicamente activa, que realiza su trabajo en la informalidad”. En cifras redondas, la economía popular de Petro gira en torno de 14 millones de personas en la informalidad, para las cuales el Estado les “reconocería valor social y económico sobre la base de garantía de derechos”. Petro proyecta remunerar el “trabajo del cuidado del hogar”, con seguridad social para que sea distribuido entre las familias, el Estado y la comunidad. El plan de gobierno del Pacto Histórico sugiere identificar los oficios populares e incluirlos en las Cuentas Nacionales.
Petro propone construir alianzas entre el Estado, las organizaciones comunitarias y los trabajadores informales. Las compras de bienes y servicios del Estado se realizarían de manera directa, sin licitación, con las organizaciones de la economía popular, sector que se beneficiaria de líneas subsidiadas de crédito amnistiable con garantía estatal. El Sena contribuiría con la formación de los trabajadores de la economía popular, los cuales tendrían prevalencia como proveedores de los bienes y servicios demandados por el sector público y privado. Todos los adultos mayores que hagan parte de la economía popular tendrían derecho a una pensión.
El nuevo pacto social se fundamentaría en el trabajo garantizado para todos, de suerte que el Estado actuaría como “empleador de última instancia, ofreciendo empleo con salario básico”. Petro ofrece mantener “un stock amortiguador de empleados para acercar la economía al pleno empleo”.
Petro promete “dejar enterradas las reservas de carbón y petróleo”, y por tanto, abandonar las explotaciones gasíferas. La agroindustria y la pesca comercial se reemplazarían por un modelo agroecológico de producción campesina cimentado en una “reforma agraria y acuaria que garantice el derecho a la tierra para las familias rurales”. La democratización de la agricultura -en Petroeconomía, expropiación de fincas- se perfeccionaría mediante la combinación del uso, o el abuso del catastro multipropósito para asfixiar a los productores rurales con elevados prediales e incentivar la venta de sus tierras al Estado para que las pueda entregar a las comunidades rurales.
Petro piensa financiar el costo de la economía socialista con una reforma tributaria confiscatoria, que genere $60 billones anuales, equivalentes al 5,5% del PIB, la más gravosa de nuestra larga historia republicana.
En suma, el modelo socialista de producción popular de Petro arrasaría con el capitalismo empresarial colombiano. ¡Están advertidos!
Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co
Elio Fabio Campos Arana
Petro lo que pretende es acabar con las excepciones tributarias de las empresas, empresarios y multinacionales para recuoerar 50 billones. Ademas se va a hacer un seguimiento a la doble contabilidad, a las exportaciones a las materias primas que sale el triple y pagan una parte de regalias y otras arandelas . Asi ocurre con el petroleo , csrbón, etc. Cada vez que elegjan un Presidente le solicitaban ciertas gavelas y en cada favelas nos incremenraban el IVA afectando a toda la poblacion. Hay más 80 excepciones tributarias. Y Carrasquilla con el cuento chimbo decia que Colombia es de los paises donde los ciudadanos menos tributan. Pero partian de la falsa premisa que en este pais todos tenian empleo digno, con educacion de calidad, nivel nutricional optimo, seguridad Social, mostrando a Colombia como un país desarrollado ante la OCDE. Toda esa mentira se fue al piso cuando mostraron los indicadores del trabajo en la informalidad, baja calidad educacion, pesimo de servicio de salud, nivel alto de desnuricion, deficit de vivienda mas 6 millones y nk cobertura en servicios públicos, pesimos ingresos salariales, etc. Entonces ya conocemos lo que es una Republiqueta.