El modelo petrista se traduciría, en cálculos promedio anual, en la desaparición de exportaciones por 22.000 millones de dólares del sector minero-energético

El precandidato presidencial, Gustavo Petro, promete petrificar la economía en el 2022. Haciendo eco de su carencia absoluta de conocimiento y experiencia en asuntos económicos, Petro intenta dejar inmóviles de asombro a los empresarios e inversionistas -nacionales y extranjeros- y espantarlos con su primitivo modelo de economía socialista de inspiración castrista y chavista. 

En la entrevista concedida al diario El Tiempo, Petro anuncia que en el caso hipotético que fuere elegido presidente de la República, lo primero que haría sería cesar la exploración petrolera y sepultar el carbón de Colombia. El mismo día, el 8 de agosto, Petro subiría los impuestos a las importaciones de alimentos, confecciones, textiles y cueros. Asimismo, Petro forzaría al Banco de la Republica para que emitiera dinero a fin de compensar la debilidad de la demanda y promover el uso de la capacidad ociosa. 

La debacle económica ofrecida por Petro pondría en riesgo la estabilidad de la Nación. El modelo petrista se traduciría, en cálculos promedio anual, en la desaparición de exportaciones por 22.000 millones de dólares del sector minero-energético; la merma de la inversión extranjera por 3.500 millones de dólares y el abandono de los contratos suscritos para la exploración y producción de hidrocarburos por 1.400 millones de dólares; la pérdida de la autosuficiencia energética, la consecuente importación de 300 mil barriles diarios de petróleo y el desembolso resultante de 10.000 millones de dólares; el entierro de las regalías petroleras y carboníferas, valoradas en 22,2 billones de pesos, con lo cual se sacrificarían 160 mil viviendas de interés social, 38.000 kilómetros de vías terciarias y 5.550 colegios veredales en 800 municipios. 

El aumento de aranceles de alimentos y algunas manufacturas pretende enterrar los TLC y devolvernos a la economía de los años 70. La visión petrista del Emisor violaría la Constitución Nacional al poner en riesgo su independencia, desconocer los fundamentos de la política monetaria y consolidar el modelo hiperinflacionario de Venezuela en Colombia. 

Por fortuna, Petro haría lo mismo que Pablo Iglesias de Unidas Podemos; si pierde las elecciones, “no volvería a ser candidato presidencial”.