El reporte de empleo muestra que el pobre funcionamiento del mercado laboral frena la economía, obstaculiza la prosperidad y la inclusión social.
En julio de 2020, la administración del presidente Iván Duque lanzó la Misión de Empleo más importante de los últimos 40 años. Su principal objetivo es analizar la problemática del mercado laboral colombiano y hacer recomendaciones concretas para mejorar su funcionamiento. El equipo multidisciplinario de trabajo liderado por Santiago Levy (Brookings Institution) y Darío Maldonado (Universidad de los Andes), publicó un informe que amerita juiciosos análisis por parte del equipo económico del próximo gobierno.
La Misión concluye que “el mercado laboral colombiano funciona mal”. Su preocupante disfuncionalidad se refleja en los siguientes hechos: uno de cada diez integrantes de la fuerza laboral está desempleado; seis de cada diez ocupados a nivel urbano están en la informalidad; ocho de cada diez trabajadores en el sector rural son informales; ocho de cada diez empresas tienen entre uno y tres empleados; un tercio de los trabajadores lo hace por su cuenta o trabaja como independiente en empresas unipersonales; un cuarto del total labora en compañías de dos a cinco personas; tan solo 72.000 firmas tienen once o más empleados; la mitad de los trabajadores urbanos y más de dos tercios de los jornaleros rurales tienen ingresos inferiores a un salario mínimo; un tercio de los trabajadores tienen menos de un año de antigüedad; las mujeres tienen más años de escolaridad que los hombres, pero enfrentan más desempleo y mayores barreras de acceso y permanencia en el mercado laboral; dos tercios de los cotizantes nunca alcanzará la pensión de jubilación.
No sorprende, entonces, que la productividad colombiana sea inferior al promedio de Latinoamérica, y que en el sector rural sea un tercio del promedio de la región y una cuarta parte de Perú y Chile.
El reporte de empleo muestra que el pobre funcionamiento del mercado laboral en Colombia frena la economía, obstaculiza la prosperidad y la inclusión social e impacta adversamente el bienestar de la nación, con lo cual contribuye a explicar por qué el crecimiento económico del país es inferior a su potencial.
La Misión señala que la problemática del mercado laboral colombiano tiene “múltiples raíces, profundas y complejas”, resultantes de 93 reformas aisladas y dispersas, con 63 leyes, 22 decretos y ocho sentencias de la Corte Constitucional promulgadas desde 1991, que ausentes de coherencia legal y técnica, no reflejan las especificidades del mercado laboral ni resuelven sus insuficiencias a nivel urbano y rural.
Hacia el futuro, la Misión plantea la necesidad de abocar reformas profundas a las regulaciones del mercado laboral, que compatibilicen los objetivos sociales y económicos, amplíen la protección social, la capacitación de los trabajadores y reduzcan los obstáculos generados por la enmarañada regulación laboral y de protección social, que inciden negativamente en el desempeño de las empresas y en la generación de empleos más estables, productivos y mejor pagados.
ANDRÉS ESPINOSA FENWARTH
Miembro del Consejo Directivo del ICP
andresespinosa@inver10.co