Un informe citado por Bloomberg Línea de International Crisis Group -centro de pensamiento de alcance global- anota que la red del narcotráfico mundial está fragmentada en diversos actores internacionales con una cadena de producción y distribución atomizada.
El panorama global del narcotráfico ha cambiado con el tiempo, y en particular, por los esfuerzos de las autoridades estadounidenses para combatir los carteles como organizaciones terroristas y encarcelar a los lideres del Cartel de Sinaloa, poderosa red criminal mexicana con presencia en 40 países, que trajo consigo una guerra sangrienta entre sus descendientes, los Chapitos y los Mayos.
Un informe citado por Bloomberg Línea de International Crisis Group -centro de pensamiento de alcance global- anota que la red del narcotráfico mundial está fragmentada en diversos actores internacionales con una cadena de producción y distribución atomizada.
La red del narcotráfico consta de cuatro niveles, según el mencionado informe, en el cual sobresalen, en el primer eslabón, los inversionistas encargados de aportar el capital inicial para abrir nuevas rutas, por ejemplo, en Asia y Oceanía.
Estos inversionistas son “empresarios, políticos, personas de la élite que tienen acceso al sistema bancario” para lavar activos en paraísos fiscales como Dubái y Panamá; cómplices que en México facilitan el ingreso de precursores químicos para producir fentanilo y de cocaína a través de sus compañías de comercio exterior.
En el segundo lugar de la pirámide se ubican los traficantes globales. Allí encontramos al Cártel de Sinaloa y al Cártel de Jalisco Nueva Generación de México y Primeiro Comando da Capital de Brasil, que controlan, prácticamente, toda la logística transnacional del tráfico de drogas ilícitas. El espacio que tenían las Farc como narcotraficantes globales fue cedido a los Cárteles mexicanos de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación desde 2016, y más recientemente, a los grupos criminales ecuatorianos, Los Lobos y los Choneros, que tienen el control de la cadena de suministro de cocaína mezclados con los embarques de banano hacia Estados Unidos -vía Costa Rica y Guatemala- y hacia Europa, a través del Océano Pacífico.
El cuarto y último nivel de la red del narcotráfico son los grupos de distribución urbana, que reciben el pago en armas y en especie para la venta de drogas al menudeo, rentas que impulsan otras actividades criminales como la extorsión y el secuestro.
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