Nuestra obligación es demostrar que la libertad no es gratis.

El Instituto Bruno Leoni de Italia -centro de pensamiento fundado en el 2003 para defender la democracia liberal y el liberalismo económico y empresarial- le entregó recientemente en el antiguo Museo Diocesano de Milán el premio ‘Llama de la Libertad’ a la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El galardón Bruno Leoni se entregó por primera vez al Nobel de Economía, Vernon Smith. Ayuso es la primera mujer española en recibir esta importante distinción.

El premio le fue conferido a la presidente Ayuso por su admirable actuación durante la pandemia, en particular, en reconocimiento por las políticas aplicadas en Madrid que le permitieron compaginar la salvaguarda de la salud con la supervivencia de las empresas, los negocios y la vida personal. Un homenaje al ‘método Ayuso’, dicen en Milán, al éxito en la lucha contra la covid-19 y la aplicación de prácticas de mínima reducción de la libertad de los individuos. Método y resultados contrarios a los obtenidos por las alcaldías de tinte socialista de Bogotá, Medellín, Cali y Santa Marta.

Ayuso recordó a la letra los auténticos destrozos que el miedo ha causado durante la pandemia. Cuántas normas absurdas y cuanto daño gratuito han causado las decisiones basadas en el miedo de algunos políticos, inspiradas en el miedo a perder el poder. El miedo es el peor lastre para cualquier persona, especialmente para un político en ascenso. El miedo nos bloquea y nos convierte en parte del problema y no de la solución. Y qué fácil es, con un sueldo oficial, decidir sobre el trabajo de los independientes y de los informales en una economía en recesión inducida por las excesivas restricciones a la libertad, individual y empresarial.

Para Ayuso, la libertad es el bien más preciado que tiene el hombre. Nuestra obligación es demostrar que la libertad no es gratis. Y allá donde sea violentada, debemos defenderla, dentro y fuera de nuestras fronteras. En este punto, Ayuso ha dicho que hay políticos, especialmente de izquierda, que consideran que su puesto les pertenece -y para siempre- y que han mostrado su cara más puritana y conservadora, más anacrónica. La pandemia no puede ser utilizada por los políticos para transformar la sociedad según sus intereses, como ocurre en las principales capitales de nuestro país en manos de la izquierda, cercana y seguidora de los aciagos designios del Foro de Sao Paulo y de su apéndice, el Grupo de Puebla.

‘Le Figaro’, de Francia, califica a Ayuso como ‘la mujer que liberó a Castilla’. ‘The Times’, de Londres, la elevó a la categoría de ‘Dama de Hierro de Madrid’. Para el ‘Financial Times’, de Inglaterra, Ayuso es la ‘salvadora de la centroderecha en España’. Para nosotros, Ayuso es la fuente de inspiración para los políticos hispanoamericanos que defiendan la libertad.