Para evitar angustias es preciso mejorar la concertación al interior del Comité Intersectorial y fortalecer la cadena de suministro del sector.
El país produjo el primer galón de biodiésel en una planta ubicada en Codazzi, departamento de Cesar, en enero de 2008. Desde entonces, la cadena agroindustrial de biodiésel ha invertido 3.000 millones de dólares para cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental, diversificación de la matriz energética, desarrollo rural y generación de empleo en el sector palmero colombiano. La agroindustria energética nacional de biodiésel también contribuye con la reducción sustancial de la huella de carbono, gases de efecto invernadero, emisión de material particulado y opacidad de los humos de los motores.
Pese a las evidentes bondades
del biodiésel para una economía como la nuestra, la actual coyuntura es
ciertamente crítica, generada por una confluencia de factores negativos
de tormenta perfecta, que requieren un diagnóstico objetivo y
soluciones integrales de largo aliento.
La crisis coyuntural de
abastecimiento de biodiésel, que tiene apagadas varias plantas, obedece a
rezagos regulatorios en materia de definición de precios oficiales al
productor a cargo de los Ministerios de Hacienda y de Energía, que no
factorizan de forma inmediata las condiciones cambiantes de los mercados
de referencia de los aceites de palma y soya, ni remuneran
adecuadamente a los productores de biodiésel; los sobrecostos de
transporte y logística generados por el cierre de la vía
Bogotá-Villavicencio; la disminución de las importaciones de aceite de
palma ecuatoriano ligada a la pudrición del cogollo; la baja estacional
de la producción de palma del segundo semestre; los bonos pagados por la
industria alimenticia local para garantizar la provisión de palma; el
cumplimiento de contratos de exportación de aceite de palma; la entrada
en vigencia, con retraso y sin gradualidad, de la mezcla nacional de
biodiésel de palma del 12%, inicialmente programada a partir del primero
de agosto.
A raíz de lo anterior, los representantes de los
productores de biodiésel, del sector palmero y los distribuidores
mayoristas manifestaron “dificultades” para cumplir con este mandato de
mezcla de biodiésel, según se desprende de los considerandos de la
Resolución de los Ministerios de Agricultura y de Energía No. 4-0730 del
20 de septiembre 20 de 2019.
Por esta razón, el Comité
Intersectorial para el Manejo de Biocombustibles recomendó otorgar un
espacio de tiempo para recuperar los mermados inventarios y garantizar
la disponibilidad de biodiésel para el mercado local, mediante el ajuste
progresivo de la mezcla de biodiésel con combustible fósil al 2% para
los últimos 10 días del mes de septiembre y el restablecimiento de la
mezcla al 6% en octubre, 8% en noviembre y 10% a partir del mes de
diciembre.
Para evitar nuevas angustias existenciales, es
preciso mejorar la concertación público-privada al interior del Comité
Intersectorial, expedir oportunamente las disposiciones de mezcla y
precios de biodiésel y fortalecer la cadena de suministro de palma,
biodiésel y distribuidores mayoristas, por medio de contratos estables
con reconocimiento de calidad, precio y sostenibilidad ambiental.
Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co