Trump anunció una serie de órdenes ejecutivas, que se pueden agrupar en diez acciones encaminadas hacia ‘la completa restauración de Estados Unidos’.

Donald Trump tomó posesión de la Presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero en la rotonda central del Capitolio, ubicada debajo de la imponente cúpula de estilo neoclásico de la ciudad de Washington, el templo de la democracia estadounidense. Como diría Shakespeare, la ceremonia se realizó con orgullo, pompa y circunstancia, con la altura esperada en la juramentación presidencial de la primera potencia del mundo.

Trump, al jurar solemnemente sobre la Biblia que le perteneció al presidente asesinado, Abraham Lincoln, declaró que cumplirá fielmente el mandato otorgado con la ayuda de Dios y que preservará, protegerá y defenderá la Constitución de Estados Unidos. En el discurso inaugural de su segunda presidencia, Trump precisó con visión republicana lo que viene: La Edad Dorada de Estados Unidos, con una nación orgullosa, floreciente y libre. Trump presentó un descarnado diagnóstico de la pérdida de confianza y la fractura de los pilares de la sociedad, “aparentemente en completa decadencia”.

A partir de ahora, dijo Trump, “el declive de EE. UU. ha terminado”. Al reiterar que EE. UU. será una prioridad, Trump confirmó la prevalencia de la política doméstica sobre la internacional. Para los norteamericanos, aseveró Trump, “el 20 de enero de 2025 es el Día de la Liberación”.

Trump anunció una serie de órdenes ejecutivas, que se pueden agrupar en diez acciones encaminadas hacia “la completa restauración de Estados Unidos”, como prometió durante la campaña presidencial: 1. Otorgarle prioridad a la detención de la inmigración ilegal, devolver a millones de inmigrantes ilegales criminales a sus lugares de origen y restablecer la política de “permanecer en México”. 2. Designar a los carteles como organizaciones terroristas extranjeras, que esperamos, comprenderá los narcotraficantes mexicanos, colombianos y venezolanos. 3. Como comandante en jefe, Trump invocará la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para eliminar la presencia local de las bandas delincuenciales y redes criminales trasnacionales como el Tren de Aragua de Venezuela. 4. En lo económico, la prioridad será la coordinación de las políticas estatales para reducir la inflación. 5. Dado que la inflación también responde a los elevados precios de la energía, Trump declarará una “emergencia energética nacional”, que le dará prelación a la explotación de petróleo y gas para reducir los costos energéticos, llenar las reservas estratégicas y exportar energía. 6. Retiro del Acuerdo de París de cambio climático. 7. Revocatoria del mandato de vehículos eléctricos, que favorece ampliamente a China para salvar la industria automotriz norteamericana. 8. Trump no mencionó los aranceles, pero reveló la creación del Servicio de Ingresos Externos para recaudarlos. 9. Planea cambiar el nombre del Golfo de México por Golfo de Estados Unidos. 10. Al asegurar que Panamá violó la neutralidad pactada del Tratado Torrijos-Carter, Trump reiteró su intención de recuperar el control del Canal de manos de los chinos.