Según Hubbard & Reed, el etanol estadounidense exportado a Colombia se beneficia de 31 subsidios valorados en 6.409 millones de dólares

El pasado 24 de enero, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo acogió la solicitud de apertura de investigación de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia contra las importaciones subsidiadas de etanol de Estados Unidos. Las empresas colombianas de etanol amenazadas por el crecimiento, abrupto y sin control, de etanol subsidiado de Estados Unidos son Bionergy, Incauca, Manuelita, Mayagüez, Providencia, Risaralda y Riopaila-Castilla, las cuales tienen en juego inversiones cercanas a los 1.200 millones de dólares. 

El pasado 24 de enero, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo acogió la solicitud de apertura de investigación de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia contra las importaciones subsidiadas de etanol de Estados Unidos. Las empresas colombianas de etanol amenazadas por el crecimiento, abrupto y sin control, de etanol subsidiado de Estados Unidos son Bionergy, Incauca, Manuelita, Mayagüez, Providencia, Risaralda y Riopaila-Castilla, las cuales tienen en juego inversiones cercanas a los 1.200 millones de dólares. 

La investigación se adelanta en el marco de la Ley 170 de 1994, que incorporó a la legislación nacional el Acuerdo sobre Subsidios y Derechos Compensatorios de la OMC y en las disposiciones pertinentes del TLC entre Colombia y Estados Unidos, que prohíben los subsidios en el ámbito agroindustrial. 

Los peticionarios sustentan su demanda en un dictamen pericial de Hubbard & Reed, según el cual el etanol estadounidense exportado a Colombia se beneficia de forma específica de 31 subsidios (9 federales y 22 estatales) valorados en 6.409 millones de dólares. Estas subvenciones, consideradas recurribles o demandables, abarcan pagos directos, créditos subsidiados y seguros de cosecha a favor de los productores de maíz (materia prima usada en Estados Unidos para producir etanol), sumados a créditos fiscales, exoneración de impuestos y financiamiento subvencionado para los fabricantes de alcohol carburante. 

El aumento del 425 por ciento de las importaciones de etanol estadounidense verificado durante el periodo de la investigación, comprendido entre los años 2015 y 2017, se tradujo en el incremento del 182 por ciento en los inventarios de etanol nacional y en la reducción del 25 por ciento en el volumen de producción colombiana; 25 por ciento en el volumen de ventas; 18 por ciento en la capacidad instalada; 15 por ciento en la productividad; 7 por ciento en el empleo directo; 14 por ciento en los ingresos; 12 por ciento en la utilidad bruta; 11 por ciento en la utilidad operacional; 13 por ciento en la participación de las ventas de nuestros productores en el mercado local. La investigación evidenció, asimismo, la existencia de una subvaloración de los precios de exportación de etanol norteamericano, que fluctúa entre el 20 y el 31 por ciento. 

Estos elementos explican y comprueban, con suficiencia técnica, la acelerada penetración de las importaciones subsidiadas estadounidenses en el mercado doméstico de etanol, el grave daño causado a la producción nacional de alcohol carburante y la relación de causalidad entre estos dos hechos, situación crítica e irrefutable que exige la imposición de derechos compensatorios preliminares para impedir que se siga causando daño durante la investigación, lo cual solo puede ocurrir a los sesenta días de su inicio, es decir, el 24 de marzo próximo. 

Posteriormente, el Ministerio del ramo deberá, respetando el debido proceso, imponer los derechos definitivos retroactivos que correspondan al final de la investigación, durante al menos cinco años para impedir la completa desaparición de la industria de etanol colombiana.

El pasado 24 de enero, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo acogió la solicitud de apertura de investigación de la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia contra las importaciones subsidiadas de etanol de Estados Unidos. Las empresas colombianas de etanol amenazadas por el crecimiento, abrupto y sin control, de etanol subsidiado de Estados Unidos son Bionergy, Incauca, Manuelita, Mayagüez, Providencia, Risaralda y Riopaila-Castilla, las cuales tienen en juego inversiones cercanas a los 1.200 millones de dólares. 

La investigación se adelanta en el marco de la Ley 170 de 1994, que incorporó a la legislación nacional el Acuerdo sobre Subsidios y Derechos Compensatorios de la OMC y en las disposiciones pertinentes del TLC entre Colombia y Estados Unidos, que prohíben los subsidios en el ámbito agroindustrial. 

Los peticionarios sustentan su demanda en un dictamen pericial de Hubbard & Reed, según el cual el etanol estadounidense exportado a Colombia se beneficia de forma específica de 31 subsidios (9 federales y 22 estatales) valorados en 6.409 millones de dólares. Estas subvenciones, consideradas recurribles o demandables, abarcan pagos directos, créditos subsidiados y seguros de cosecha a favor de los productores de maíz (materia prima usada en Estados Unidos para producir etanol), sumados a créditos fiscales, exoneración de impuestos y financiamiento subvencionado para los fabricantes de alcohol carburante. 

El aumento del 425 por ciento de las importaciones de etanol estadounidense verificado durante el periodo de la investigación, comprendido entre los años 2015 y 2017, se tradujo en el incremento del 182 por ciento en los inventarios de etanol nacional y en la reducción del 25 por ciento en el volumen de producción colombiana; 25 por ciento en el volumen de ventas; 18 por ciento en la capacidad instalada; 15 por ciento en la productividad; 7 por ciento en el empleo directo; 14 por ciento en los ingresos; 12 por ciento en la utilidad bruta; 11 por ciento en la utilidad operacional; 13 por ciento en la participación de las ventas de nuestros productores en el mercado local. La investigación evidenció, asimismo, la existencia de una subvaloración de los precios de exportación de etanol norteamericano, que fluctúa entre el 20 y el 31 por ciento. 

Estos elementos explican y comprueban, con suficiencia técnica, la acelerada penetración de las importaciones subsidiadas estadounidenses en el mercado doméstico de etanol, el grave daño causado a la producción nacional de alcohol carburante y la relación de causalidad entre estos dos hechos, situación crítica e irrefutable que exige la imposición de derechos compensatorios preliminares para impedir que se siga causando daño durante la investigación, lo cual solo puede ocurrir a los sesenta días de su inicio, es decir, el 24 de marzo próximo. 

Posteriormente, el Ministerio del ramo deberá, respetando el debido proceso, imponer los derechos definitivos retroactivos que correspondan al final de la investigación, durante al menos cinco años para impedir la completa desaparición de la industria de etanol colombiana.