La seguidilla de malos alcaldes mayores termina, el domingo, 29 de octubre, fecha de inicio del conteo electoral en Bogotá con segunda vuelta.
Nos encontramos a pocos días del cambio del color político regional más trascedente de todos los tiempos. Más aún si tenemos en cuenta que a la Casa de Nariño llegó un presidente de corte socialista, un populista radical anticapitalista y anti empresario, como ninguno otro en la historia económica y política del país.
El otro hecho político inédito es el estreno del balotaje el próximo domingo en la primera elección popular del alcalde mayor de Bogotá. En efecto, el Acto Legislativo 003 de 2019 estableció la segunda vuelta en la capital del país, donde el alcalde mayor será elegido “por el 40% de los votos de los ciudadanos, siempre y cuando sobrepase al segundo candidato mas votado por diez puntos porcentuales”.
Esta modificación de las reglas de juego electorales aplicable a la capital rompe de una vez por todas el nudo gordiano que nos tenía condenados a elegir a candidatos de izquierda con una minoría inferior en votos al 33%. La seguidilla de malos alcaldes mayores termina, en efecto, el próximo domingo, 29 de octubre, fecha de inicio del conteo electoral en Bogotá con segunda vuelta.
Los electores bogotanos podemos hacer historia si votamos desde el inicio por Carlos Fernando Galán, del partido Nuevo Liberalismo, quien viene creciendo en todas las encuestas. En el Tracking Colombia de GAD3 para RCN, Galán obtiene 40,2% contra 22% de Gustavo Bolívar y 18,6% de Juan Daniel Oviedo.
Es bien sabido entre los políticos que la verdadera encuesta es el día de la votación. En este caso, pese a que Oviedo es un candidato serio y original, no tiene el bagaje que se necesita para vencer a Bolívar en la segunda vuelta; no le alcanza para derrotar al candidato de Petro por quien el presidente ha hecho campaña política velada con sus frecuentes tomas de la ciudad.
Galán es el candidato a la alcaldía con mayor recordación nacional y regional; esta es la tercera ocasión que se presenta a las elecciones para alcalde; fue, además, senador y concejal de la ciudad. Su hoja de vida y experiencia son, pues, muy superiores en todos los frentes en comparación con las de Bolívar y Oviedo. Si esto no fuera suficiente, que debería serlo, votar por Galán es la mejor opción para frenar las aspiraciones románticas y políticas de Bolívar en la primera vuelta.
Como están las cosas, votar por Galán y ganar en la primera vuelta es lo más inteligente que puede hacer el electorado capitalino, incluidos los jóvenes, quienes podrían deslumbrarse, con razón, con los espejitos y el relato de Oviedo. No pierdan el tiempo, voten por Galán para ganar en primera vuelta y recuperar la seguridad y la movilidad de la capital. No le den más vuelas al voto, que es sagrado, único e indivisible.
ANDRÉS ESPINOSA FENWARTH
Miembro del Consejo Directivo del ICP
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