El nuevo liderazgo del PP puede ser atractivo para recuperar los votos de las clases sociales más moderadas.

La aplastante victoria del Partido Popular, PP, de la mano maestra de Isabel Díaz de Ayuso en las pasadas elecciones de la Comunidad de Madrid, cambiaron por entero el mapa político español, y de contera, las opciones democráticas de Hispanoamérica para enfrentar el populismo socialista del siglo XXI. La renovación del ideario político y el regreso de la confianza en el liderazgo del presidente del PP, Pablo Casado, le abren la puerta a la consolidación de un movimiento de centro derecha liberal de amplio y modernizante espectro, de sosegada alternativa al socialismo, que le permite al PP soñar con el regreso al poder.

El nuevo liderazgo del PP puede ser atractivo para recuperar los votos de las clases sociales más moderadas, meter al redil a los militantes temporalmente refugiados en el partido de extrema derecha, Vox, y redimir a los votantes desencantados con el presidente del gobierno español del PSOE, Pedro Sánchez. 

Casado propone un cambio en la estrategia de oposición, que prioriza la economía, las críticas a la ruptura de la igualdad parlamentaria y el derrumbe de las instituciones que sostienen la monarquía constitucional desde 1978.

Casado afirma que «España está tan mal, hay tal sangría económica, que necesitamos que en las próximas elecciones, el PP llegue a La Moncloa». Según el presidente del PP, «para que los españoles recuperen su empleo, Sánchez tiene que perder el suyo. Este Gobierno no nos va a sacar de la crisis, porque es un Gobierno de incompetentes. 

Es un Gobierno que se ha desconectado totalmente de la sociedad, que no representa a los españoles», afirma Casado con la seguridad de su investidura política. Casado ha manifestado públicamente que pretende no solo ganar las próximas elecciones generales, sino gobernar solo, es decir, sin la cohabitación de Vox, como lo hace Ayuso en la Comunidad de Madrid. Ciertamente, el optimismo de Casado se expresa por igual en la sede del PP en la calle Génova en Madrid y en la última encuesta realizada por SigmaDos para Antena 3 Noticias. 

Casado, en efecto, ganaría las elecciones generales en el evento en que se realizaran ahora, dos años antes del final del mandato de Sánchez. 

El PP obtendría el 30,1% de los votos y 133 escaños, con lo cual superaría al PSOE, que quedaría en el segundo lugar con el 24,5% de las papeletas y 96 diputados. Vox seguiría siendo la tercera fuerza parlamentaria en España con el 15,5% de los votos y 48 escaños, y, por ahora, necesaria para la formación de un Gobierno del PP. 

Casado y Ayuso saben que la tarea de regeneración política del PP no admite dilaciones ni distracciones. El futuro político de España, y del PP, dependen de su consolidación como alternativa ponderada, independiente de Vox y del socialismo radical del sanchismo español.