Es evidente que el miedo a la expropiación de sus tierras y negocios bajo un régimen comunista como el previsto bajo la presidencia de Gabriel Boric es una realidad latente que los cacaos chilenos prefieren evitar.

El regreso del comunismo a Chile prendió todas las alarmas a nivel empresarial. Después de los resultados electorales, que favorecieron al candidato de la alianza que lidera el Partido Comunista, Gabriel Boric, los capitanes de industria en Chile aceleraron la fuga de capitales que comenzó con el estallido social en octubre de 2919. Se calcula que han salido desde entonces alrededor de 25 mil millones de dólares. 

Este fue el primer paso. Ahora, con los activos en el extranjero, hay empresarios optando por irse de Chile. Las razones de fondo que más inquietan a los hombres de negocios de elevados patrimonios en el país austral tienen que ver con las promesas del presidente electo Boric, según las cuales su gobierno planea presentar una reforma tributaria que incluya un ‘impuesto a los súper ricos’, con la cual espera recaudar 15.000 millones de dólares (5% del PIB) en los próximos 4 años. La reforma se anunciaría este mes. A lo anterior se suman las delirantes propuestas refundacionales y de cambio del modelo económico de la Convención Constituyente y la falta de claridad sobre el rumbo de Chile, afectado por la inseguridad jurídica y el aumento de la inseguridad ciudadana. 

Los empresarios chilenos son atraídos por la tranquilidad y los regímenes tributarios que ofrecen Uruguay, España, Portugal e Inglaterra. Italia y Grecia también tienen tratamientos especiales, al igual que Nueva Zelanda y Panamá. Estados Unidos, si bien es uno de los destinos preferidos de los empresarios chilenos de abultados patrimonios, desde el punto de vista tributario y de salud, es costoso y espinoso. 

De acuerdo con tributaristas locales en Chile, “muchas de esas personas están dispuestas a pagar más impuestos, pero con reglas claras y más estables, así como interpretaciones consistentes con la ley, lo que demuestra que no es solo un tema tributario, sino algo mucho más complejo y permanente”. Es evidente que el miedo a la expropiación de sus tierras y negocios bajo un régimen comunista como el previsto bajo la presidencia de Gabriel Boric es una realidad latente que los cacaos chilenos prefieren evitar. 

Autor Andres Espinosa Fenwarth

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.