Las exportaciones colombianas con alta tecnología representan, en valor, menos del 2% del total.

El Gobierno Nacional presentó el informe de la Misión de Internacionalización de Colombia, con el cual pretende identificar las políticas que el país debe diseñar e implementar para lograr una mayor integración en la economía mundial. 

De la lectura de los diferentes aportes académicos, sobresale una verdad incómoda sabida por muchos pero callada por todos: el fracaso de la política nacional de promoción de exportaciones. La realidad es que Colombia exporta menos de la mitad de lo que debería exportar dado el tamaño de su economía y nivel poblacional.

En los últimos 30 años, la concentración de las exportaciones colombianas en pocos productos básicos y mercados es aguda y creciente. Las exportaciones tradicionales (café, carbón, petróleo y sus derivados y ferroníquel) aumentaron su participación dentro de la canasta de exportaciones totales del 49 al 62% en este periodo. 

Los hidrocarburos duplicaron su participación del 20% al 40% en las últimas tres décadas. En consecuencia, la participación de las exportaciones no tradicionales se desplomó del 52% al 38%. Las exportaciones por destino evidencian una concentración significativa del 40% en Estados Unidos y la Unión Europea, agravada por el retiro de Venezuela de la Comunidad Andina en 2006.

Las principales exportaciones colombianas tienen reducido valor agregado y sofisticación tecnológica, características propias de las naciones que dependen de productos básicos. Las exportaciones colombianas con alta tecnología representan, en valor, menos del 2% del total. En general, nuestras exportaciones carecen de tecnología de punta, condición que no ha cambiado desde 1970. La concentración en exportaciones de productos primarios explica la precaria participación nacional en las cadenas globales de valor.

Al evaluar las empresas exportadoras de bienes no tradicionales, la Misión encontró que la concentración y la mortandad son elevadas. El 10% de estas compañías exporta el 90% del total. La mayoría de los exportadores de nuestro país abandonan los mercados internacionales después del primer año. En 2009, 1.485 nuevas empresas intentaron exportar. De este total, 524 (35%) sobrevivieron un año después y tan solo 126 (8%) seguían exportando en 2019.

El marasmo exportador y el consecuente desinterés en la generación de nueva oferta exportable, que es prioritario revertir, obedece a la carencia de un plan estratégico exportador desde 1998; pérdida de foco generada por la fusión entre los Ministerios de Comercio Exterior y Desarrollo Económico, conversión de Bancóldex en un banco empresarial y el cambio del modelo de fomento de las exportaciones de Procolombia por uno de facilitación de comercio en 2003; anémica coordinación en el Consejo Superior de Comercio Exterior entre el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, los 11 ministerios y las 14 entidades oficiales que regulan los negocios internacionales, desaprovechamiento de los 16 TLC vigentes, ausencia de concertación con el sector privado y abandono de la Comisión Mixta de Comercio Exterior desde 2010.