La globalización que transformó el mundo en una aldea se encuentra amenazada. Como dice Carmen Reinhart, economista y profesora de la Universidad de Harvard, la pandemia es “otro clavo en el ataúd de la globalización”. Al final de la Segunda Guerra Mundial, el acuerdo de Bretton Woods, que sembró las bases de la globalización, quedó incompleto. Sería necesario esperar hasta 1994 para ver la consolidación de la globalización con la creación de la Organización Mundial de Comercio y el reingreso de China continental al sistema multilateral, que Mao había abandonado en su larga marcha hacia el comunismo en 1949.

La globalización ha enfrentado serios reveses desde la debacle financiera de 2008-2009: la crisis de la deuda europea, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, Brexit y el aumento del populismo. Es posible que la arquitectura económica posterior al coronavirus sea ajena a la globalización, pues el daño económico y laboral será extenso, profundo y duradero.

Según la Cepal, la globalización no será como antes, pero habrá una economía mundial más regionalizada y centrada en tres polos: Norteamérica, Europa y Asia Oriental. La pandemia del Covid-19 nos coloca en una encrucijada: o volvemos a una globalización de corte nacionalista y autoritaria, o avanzamos hacia una integración más democrática, con un nuevo paradigma de desarrollo, que reconozca la interdependencia social, económica y ambiental, con apuestas por una nueva regionalización. El territorio importa, pero tendremos que cerrar las brechas entre el campo y la ciudad, especialmente en los países agrícolas como Colombia.

La pandemia de coronavirus es la primera crisis, desde la recesión de 1930, que afecta por igual a las economías avanzadas y a los países en desarrollo. Y lo hace de forma brutal. Es probable que persistan dudas sistémicas sobre la eficacia de las cadenas de suministro y la bioseguridad de los viajes internacionales. A nivel nacional, florecerán las preocupaciones sobre la autosuficiencia alimentaria y la recuperación económica, incluso después del control del virus. Se impondrán los centros de producción más cercanos al consumidor y prevalecerá la protección de los mercados locales.AutorAndres Espinosa FenwarthEste artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia Liberal no responde por los puntos de vista que allí se expresen.