Las tres turbaciones de los colombianos son acceso a la salud, inseguridad y corrupción. El acuerdo sobre lo fundamental debe comprender una solución.
La destrucción del país a manos de Gustavo Petro y su Pacto Histórico sigue avanzando a paso de carga hacia las elecciones del 2026. La amenaza que se cierne sobre la democracia, el Estado de Derecho, las instituciones, las libertades, la situación fiscal y el modelo económico y de salud imperantes desde finales de los años sesenta, ameritan el desarrollo de un acuerdo sobre lo fundamental para resolver las principales preocupaciones de los colombianos, como pregonaba el inmolado líder conservador, Álvaro Gómez Hurtado.
Según la última encuesta de Guarumo y EcoAnalítica, las tres principales turbaciones de los colombianos son acceso a la salud, inseguridad y corrupción. El acuerdo sobre lo fundamental debe, entonces, comprender una solución a los problemas estructurales de financiamiento, acceso garantizado a los medicamentos y reversión de la propuesta petrista de estatización de la salud.
En materia de seguridad, se requiere ponerle fin a la guerra total derivada de la naufragada ‘paz total’ de Petro, rescate de las Fuerzas Armadas, La Policía Nacional y la inteligencia militar, lucha contra las economías ilegales que nutren los carteles y retoma de las regiones azotadas por las bandas terroristas.
Los aberrantes casos de corrupción de familiares de Petro y funcionarios de la Casa de Nariño, del alto gobierno, la cúpula policial y aduanera, la violación de los topes electorales y el ingreso confirmado de dineros del zar del contrabando en la campaña presidencial, exigen transparencia y cortar por lo sano para impedir que sigamos cayendo en este nauseabundo pozo de corruptela.
Las elecciones del 2026 están sobre la mesa. El sondeo de Guarumo identifica que 38,8% de los colombianos no tiene una orientación política definida. Pese a que 28,1% de los encuestados manifiestan que su intención de voto, por ahora, no es derecha, ni de centro ni de izquierda, el 24,3% responde que participaría en una consulta electoral de la derecha.
De lo anterior se concluye que si bien la mayoría de los ciudadanos no han definido aún su inclinación política para los próximos comicios, este es el escenario perfecto para la elección de un estadista que le dé un vuelco al fiasco de la izquierda petrista hacia una opción de derecha en materia política, defensa de la salud, seguridad, soberanía minero-energética, anticorrupción, reactivación económica, construcción e infraestructura.
Germán Vargas Lleras, el único precandidato con estatura de estadista y probada experiencia en el manejo de la cosa pública, sostiene en su columna de El Tiempo, “La madriguera de las tropelías”, que es preciso abandonar “todas las vanidades, los cálculos políticos y las naturales ambiciones y egos personales”. Recordando que el liderazgo proviene del carácter, Germán debería liderar los consensos sobre lo fundamental para llegar a las elecciones con un candidato insuperable, que “nos permita triunfar e iniciar la reconstrucción de Colombia”.
ANDRÉS ESPINOSA FENWARTH
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co
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