Juan Martínez-Barea, fundador de Universal Diagnostics, empresa de biomedicina-bioinformática y representante de Singularity University, centro educativo de cambio tecnológico, liderado por la Nasa y Google, publicó recientemente un estimulante libro titulado El mundo que viene, en el cual nos muestra por qué las próximas décadas serán las más apasionantes de la historia de la humanidad.

En los albores del siglo XXI, Thomas Friedman advirtió en su obra La Tierra es plana, que la globalización y las comunicaciones “habían aplanado el terreno de juego”. En opinión de Martínez-Barea, un nuevo mundo va emerger en el año 2020, como consecuencia de la confluencia de tres megatendencias desarrolladas de tiempo atrás, que se encuentran a punto de explotar. La primera es la hiperconectividad, cuya evolución les permite a los ciudadanos del mundo tener acceso a información de manera veloz, continua y universal.

Basta recordar que en la actualidad, la penetración de los teléfonos móviles supera el 96 por ciento a nivel global; internet conecta a 2.700 millones de personas, cobertura equivalente al 40 por ciento de la población mundial. Para el 2020, Google estima que prácticamente la totalidad del planeta estará enlazada a internet; para entonces, según Ericsson, habrá 9.300 millones de suscripciones de telefonía móvil, con lo cual el tráfico de voz y datos se multiplicará por diez.

La segunda megatendencia es la aceleración tecnológica, que pasará de crecimiento lineal a exponencial, de suerte que en diez años seremos testigos de cambios tecnológicos parecidos a los vividos en los últimos cien años.

La digitalización y la ubicuidad de las tecnologías de la información abrirán la puerta a tres grandes oleadas, representadas, primero, por la biotecnología, que permite leer y crear ADN; luego, por la inteligencia artificial y la robótica, que serán parte de nuestra vida diaria, de transporte, cuidado de adultos, educación, salud, etc.; y, por último, la nanotecnología –manipulación directa de los átomos–, que permitirá crear nuevos materiales, más livianos y transparentes, como el grafeno, que les valió el premio nobel a sus descubridores rusos en el 2010.

Impresionan también las posibilidades de las impresores en 3D, cuya llegada masiva al mercado va a revolucionar la fabricación de todo tipo productos, como la gama de juguetes que Disney planea lanzar al mercado, que les permitirá a los niños diseñarlos e imprimirlos, así como los de origen orgánico, que van desde repuestos de órganos humanos hasta carne animal cultivada para la alimentación.

La tercera megatendencia es la llegada de cuatro mil millones de nuevos ciudadanos al mundo, nuevos consumidores con ganas de competir, liderados por Asia, región que concentrará en el 2025 el 71 por ciento de la clase media mundial.

Así, el mundo que viene será distinto, rabiosamente competitivo y lleno de oportunidades para aquellos que puedan cerrar la brecha de educación especializada e innovación tecnológica, y que tengan, además, la visión y la ambición para hacerlo.