Ricardo Hausmann, director del Centro para el Desarrollo Internacional
Ricardo Hausmann, director del Centro para el Desarrollo Internacional de la universidad de Harvard, afirma que el país necesita facilitar la llegada de extranjeros para poder diversificar su producción, además de que el Gobierno necesita ser más pragmático a la hora de implementar normas para promover el emprendimiento y la innovación.
(Trabas para hacer negocios en Colombia).
¿Por qué son importantes los clusters para un país?
Porque la producción normalmente requiere de toda una red de empresas que contribuyan con distintas partes del proceso productivo y ciertas estructuras para facilitarlas en todo tipo de cosas: servicios, bienes, etc.
Los clusters tratan de crear esas estructuras donde se puedan dar conversaciones más profundas sobre cómo colaborar, de cómo el gobierno puede participar porque tiene mucho que aportar. El Gobierno maneja los entes públicos y escribió miles de páginas de legislación, y en la forma en que los entes públicos hacen o no las cosas y aplican esas miles de páginas de legislación está la diferencia entre el éxito y el fracaso de esas actividades.
Necesitamos tener instancias que puedan explorar el espacio y oportunidades de mejora, que puedan identificar y superar los obstáculos para poder aprovechar esas oportunidades. Lo que hace falta son cosas que faciliten la cooperación entre agremiados para que, entre ellos, puedan pensar más grande y puedan hacer las cosas mejor.
¿Cómo está haciendo Colombia la tarea?
Hay unos problemas serios. Colombia ha hecho mucho por hacer que el aparato productivo funcione mejor: la estabilidad macroeconómica, mejora en las condiciones de negocios, el tipo de cambio de 2.000 a 3.000 pesos por dólar, se han firmado acuerdos de libre comercio y la Alianza del Pacífico. Pero con todo eso no ves un cambio en las exportaciones del país. Cuando México firmó el TLC las exportaciones a Estados Unidos se triplicaron.
¿Qué otro problema ve?
Otro gran problema es su tejido empresarial, que está lleno de solo colombianos. Si se quiere comparar el país con otros como Singapur o Australia, en Colombia solo el 0,25% de la población son extranjeros, lo que en Singapur corresponde al 42% y en Estados Unidos al 14%. Hay 35 colombianos en el exterior por cada extranjero que hay en Colombia.
Esto hace que el emprendimiento y los clusters y cualquier otra alternativa tengan un rendimiento infinitamente inferior. En Estados Unidos el 14% de la población es extranjera, el 28% del emprendimiento es extranjero y el 52% de los emprendedores son extranjeros.
Un sector empresarial que tiene una cultura de cerrarse el exterior no aprovecha todas las oportunidades de innovación, emprendimiento y diversificación.
¿Será que el país es poco atractivo para el extranjero?
No. Eso se debe a las políticas migratorias de Colombia. El país tiene una política antiinmigrante. Es de los países más difíciles para entrar y tiene una de las regulaciones más estrictas para emplear extranjeros. Esa es una discusión que he tratado de instalar en Colombia y es sorprendente no solo lo anormal e inusual sino lo poco comprendida que es por los mismos colombianos.
¿Pero ahora se le está dando un estatus a los venezolanos para que puedan trabajar?
El tema de los venezolanos es humanitario que se debió haber visto desde hace años como un tema de competitividad. Cúcuta podría ser un centro universitario si se hubiesen ‘robado’ todos los profesores universitarios de Venezuela. Colombia es un país cerrado, no es que no sea atractivo.
Usted también habla de falta de audacia…
Sí, Colombia necesita una política más audaz en materia de diversificación. El país no ha usado suficientemente los instrumentos que tiene para hacerlo. Estoy muy entusiasmado con las reformas que se hicieron en Bancoldex, que se reestructuró para ser más dirigido a facilitar apuestas estratégicas y empresas de alto crecimiento. Es un pequeño esfuerzo en esa dirección.
La política en general ha sido poco audaz en materia de promoción de la diversificación, muy audaz en materia de libre comercio y abrir la economía, pero poco audaz en promover que el aparato productivo nacional pueda responder a esos retos.
¿Eso es más culpa del Gobierno o al sector privado?
Una mezcla. Creo que el Gobierno ha estado más preocupado por aparentar hacer cosas que por hacerlas. Le importa más que lo acepten en el club de la Ocde que hacer cosas que no le gusten a esa organización, pero que podrían transformar el país. Hay países que cambian legislaciones para atraer inversión y Colombia no lo hace.
¿Qué país es ejemplo actualmente en diversificación en el mundo?
El país récord por el nuevo número de productos que introduce es Vietnam, después China y en América Latina se destacan Costa Rica y México.
Todos tienen la característica de haberse integrado a las cadenas globales de valor, cosa que a pesar de la apertura de Colombia se ve poco. Para eso se necesita disposición, dices yo quiero diversificar y que venga esta gente aquí, voy y toco la puerta para que vengan y cuando ellos vienen y me revisan me dicen por qué no quieren invertir en mi país, entonces yo hago cambios para que ellos vengan. Yo no voy y le pregunto a la Ocde qué voy a hacer, porque ellos no van a venir a invertir en mi país, tiene normas para países ricos y no quiere decir que lo mismo funciona para ti.
Ser audaz significa tener objetivos y ser más pragmático en la búsqueda de instrumentos para alcanzar esos objetivos. Colombia se ha preocupado más por implementar instrumentos respetados que por los instrumentos objetivos que le saquen las castañas del fuego.
¿En qué sectores se puede diversificar el país?
Eso lo tienen que decidir ustedes. Nosotros hemos desarrollado instrumentos para facilitar esas apuestas como el Datlas de complejidad económica de Colombia, de Bancoldex. Hay que facilitar la llegada de gente de afuera, que sabe hacer otras cosas, para que haya diversificación.
Pedro Vargas Núñez
Editor Portafolio.co