El coronavirus podría ser el protagonista de una película de ciencia ficción titulada ‘El día en que el mundo se detuvo’, con la diferencia que, en este caso, la realidad supera la ficción. En la medida en que se han adecuado las normas de restricción y movilidad requeridas para enfrentar la peor pandemia de los últimos 100 años, las economías se han reactivado de forma gradual, pero desigual. Según la OCDE, la economía global continuará por el mismo camino durante los próximos dos años, con lo cual la recuperación de los indicadores prepandémicos solo se podría alcanzar en el 2022.
La OCDE proyecta un derrumbe de -8,3 por ciento del PIB de Colombia este año y una recuperación progresiva de 3,5 por ciento en 2021 y de 3,7 por ciento en 2022, comportamiento que a duras penas nos pone en el escenario económico anterior a la pandemia. La contracción de la demanda doméstica generada por el coronavirus y las estrictas políticas cuarentenarias implementadas para combatirlo se calcula en -8,5 por ciento este año, con un repunte significativo de 5,1 por ciento en 2021 y 3,9 por ciento en 2022.
Al examinar el comportamiento del consumo privado, que explica las dos terceras partes del PIB de nuestro país, la OCDE estima que este rubro caería -7,6 por este año; crecería después 3,1 por ciento en 2021 y 4,0 por ciento en 2022. La inversión bruta de capital fijo, que aporta una quinta parte del PIB colombiano, se desplomaría -18,6 por ciento este año; luego aumentaría 7,9 por ciento en 2021 y 6,0 por ciento en 2022. El gasto del gobierno, que responde por el 15 por ciento de la economía nacional, crecería 2,7 por ciento este año; subiría 3,8 por ciento en 2021 para luego aminorar su evolución a 1,1 por ciento en 2022 por la ley de garantías electorales.
Lo anterior exige el mantenimiento de una política monetaria expansiva, combinada con una política fiscal de gasto público activa, que incluya incentivos tributarios para la creación de empleo y mejoras de la productividad.
Autor: Andres Espinosa Fenwarth