La mayoría de los economistas tienden a lanzar sus estimaciones al final del año, con la esperanza de acertar en sus pronósticos.

Por lo general, no incluyen vaticinios sobre la tasa de cambio, pese a que el público pide a voz en cuello proyecciones de algún tipo sobre lo que puede ocurrir con el dólar estadounidense, y, en consecuencia, con el peso colombiano. Y no lo hacen por la sencilla razón que puede ser un ejercicio fútil, que, sin embargo, vale la pena acometer de la mano de expertos cambiarios.

Alianza Valores, empresa de la Organización Delima, realiza periódicamente análisis económicos del mayor interés para los propósitos de estas notas. En opinión de Alianza, el dólar, después de subir de forma consistente durante los últimos 12 años, ahora se encuentra en una tendencia bajista de largo plazo. Así pues, los choques alcistas, externos o internos, se vuelven temporales.

A nivel internacional, Alianza considera que el riesgo no serían los aumentos de precios, sino la magnitud de la desaceleración económica mundial, que se cierne para el año entrante. Si bien es cierto que entre más fuerte es la debilidad economica, existen mayores posibilidades que el dólar opere como un resguardo cambiario temporal; sin embargo, el mensaje principal de Alianza es que incluso en las recesiones pasadas del 2008 y 2020, con devaluaciones del 50% y 30%, respectivamente, el dólar se devolvió completamente a los pocos trimestres por las expectativas de reducción de las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).

La semana pasada, la Fed mantuvo estables sus tasas de interés. Por primera vez desde marzo de 2021, la Fed no prevé nuevas alzas. Según el ‘dot plot‘, encuesta anónima realizada entre los miembros de la Fed, 17 de los 19 consejeros piensan que los tipos de interés bajarán 75 puntos básicos a finales de 2024 y otros 125 puntos al año siguiente, lo cual reforzaría el ciclo bajista de largo plazo del dólar.

El riesgo local tiene que ver con una reducción anticipada de tasas por parte del Banco de la República, tal y como sucedió en Chile a principios del año. No obstante, el diferencial de tasas de interés no fija la dirección permanente del dólar. Al analizar el dólar en Colombia, es imposible soslayar las dos grandes fuerzas que enfrentamos. Primero, el hecho que las monedas latinoamericanas han estado liderando, por tres años, las monedas en el mundo. Y la segunda, la prima política adicional inherente al desgobierno de Gustavo Petro, que según Alianza, fluctúa entre 200 y 400 pesos, respecto de monedas comparables como el peso chileno. Así las cosas, para 2024, Alianza estima que el dólar continúe bajando de rango cambiario de 4.500-4.000 a 4.000-3.500 pesos por dólar.