Estamos afligidos por una nueva enfermedad de la cual algunos no han oído su nombre, pero de la cual escucharán a 
partir de ahora.

La última encuesta de Invamer confirma que el desempleo es el principal problema de nuestro país, incluso por encima de la corrupción, el orden público y la inseguridad.

Las encuestas del Dane corroboran con elocuencia esta insoslayable y preocupante realidad. La tasa de desempleo nacional del mes de julio pasado fue de 20,5 por ciento, el doble del promedio de los últimos 20 años, fenómeno que golpea particularmente a los informales, los trabajadores poco calificados, los independientes, las mujeres y los jóvenes, quienes experimentan la crisis social más profunda del presente siglo. 
En nuestro país hay 40 millones de personas en edad de trabajar.

La fuerza laboral, es decir, las personas que pueden hacerlo y efectivamente trabajan o buscan empleo, asciende a 22,5 millones, de las cuales 18 millones tienen trabajo y 4,5 millones están desempleadas. 

A lo anterior es preciso añadirle, por un lado, el creciente contingente de 17,3 millones de colombianos inactivos, es decir, aquellos individuos, especialmente en las ciudades, que no tienen trabajo y que no lo están buscando. Y por el otro, los colombianos que trabajan y derivan su sustento de la informalidad, los cuales fluctúan entre el 45 por ciento de la población ocupada en las ciudades y el 85 por ciento en el campo colombiano. 

En julio de 2020, la destrucción del tejido laboral continuó a pesar de la reactivación gradual y sectorial, fundamentalmente entre los empleados particulares (-2,3 millones), independientes (-900 mil), domésticos (-331 mil) y empresarios (-209 mil). 

De los 5 millones de colombianos que trabajaron menos horas ese mes, el 94 por ciento lo hizo como consecuencia de las medidas cuarentenarias de prevención del covid-19.

No obstante la apertura progresiva decretada por el Gobierno, en julio se mantuvo el desplome laboral en el comercio y reparación de vehículos (-285 mil), alojamiento y servicios de comida (-253 mil), actividades de entretenimiento (-216 mil) y construcción (-184 mil).

El Dane amplió su radio de acción para identificar el verdadero impacto del covid-19 en Colombia. Los datos compilados evidencian que el 28 por ciento de la población de más de 10 años, compuesta por 41 millones de personas, no ha experimentado problemas por la pandemia. 

El 23 por ciento de los colombianos se siente solo, estresado o deprimido; el 22 por ciento ha sido afectado por la reducción de la actividad económica; el 18 por ciento no ha podido realizar pagos de facturas y deudas; el 17 por ciento se ha visto perjudicado por la suspensión de clases; el 15 por ciento ha tenido dificultades para conseguir alimentos; el 12 por ciento perdió su empleo o fuente de ingresos; el 8 por ciento no ha podido buscar, ejercer su trabajo o iniciar un negocio. 

En la actualidad, estamos afligidos por una nueva enfermedad de la cual algunos no han oído su nombre, pero de la cual escucharán a partir de ahora, se llama desempleo pandémico

Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co