Hace 20 años, los 35 jefes de Estado que asistieron a la primera Cumbre de las Américas, realizada en Miami, aprobaron una Declaración de Principios denominada ‘Pacto para el Desarrollo y la Prosperidad’. En esencia, los gobernantes acordaron preservar y fortalecer la democracia en las Américas; promover la prosperidad a través de la integración económica y el libre comercio; erradicar la pobreza y la discriminación en el hemisferio, y garantizar el desarrollo sostenible y conservar el medioambiente para las futuras generaciones. Desde entonces, ha corrido mucha agua bajo los puentes de las Américas, incluido el fracaso del Alca. Varios países han experimentado un desarrollo económico y social significativo, que se ha traducido en un crecimiento notable de la clase media y una caída de la pobreza y la pobreza extrema, Colombia entre ellos.
El punto central de la VII Cumbre de las Américas en Panamá será ‘Prosperidad con Equidad: el Desafío de Cooperación en las Américas’, el cual centra su atención en los temas económicos y sociales, ajenos, por tanto, a los asuntos políticos, que se presentan como una papa caliente imposible de evitar. La oficina de prensa de la Casa Blanca confirmó que el presidente estadounidense, Barack Obama, se reunirá previamente con los líderes caribeños de Caricom en Jamaica, y en el seno de la Cumbre con el mandatario de Panamá, Juan Carlos Varela, y los representantes del Sistema de Integración Centroamericana, Sica. Se confirma, así, la irrelevancia política de la CAN, la Alianza del Pacífico y Unasur.
El progreso observado en estas dos décadas ha generado también nuevos e importantes desafíos, que deberán ser discutidos por los jefes de Estado presentes en la VII Cumbre de las Américas en Panamá. En particular, sobresalen los rezagos en infraestructura, la baja cobertura y la pobre calidad de la educación y los servicios de salud, la creciente degradación ambiental y la corrupción a nivel empresarial y oficial. A ello se suman la ausencia de separación de poderes públicos en Venezuela y la censura de prensa –abierta o encubierta– impuesta oficialmente en Argentina, Ecuador y Venezuela, que golpea la democracia y limita la participación ciudadana.
La reanudación de las relaciones económicas y diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, providencialmente puesta en marcha por el presidente estadounidense, Barack Obama, y la previsible reunión con el gobernante cubano, Raúl Castro, son uno de los ejes de este conclave presidencial.
La Cumbre tendrá que abordar también el atinado petitorio firmado por 21 expresidentes de la región, el cual, según el exmandatario colombiano, Andrés Pastrana, busca una “declaración contundente para que en Venezuela se den elecciones transparentes, mecanismos para el retorno a la democracia y cualquier solución a través de mecanismos constitucionales y legales”.
“Solicitaremos”, añade Pastrana, “no solamente liberar a todos los presos políticos en Venezuela, sino, adicionalmente, que se respeten los derechos humanos y las libertades democráticas”.