La creación de una línea de crédito agropecuario de exportación, un programa permanente de coberturas cambiarias, el desarrollo de clústeres de exportación y un Centro de Excelencia Fitosanitaria hacen parte de los 16 instrumentos de promoción con los que la Misión Rural le apunta a diversificar e intensificar las ventas de productos del campo en el exterior.

De acuerdo con Andrés Espinosa Fenwarth, consultor de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y autor del documento, en Colombia hay un sesgo antiexportador. “Si uno deja por fuera los productos de siempre no hay más exportaciones. Algo muy grave está pasando y tiene que ver con que el Gobierno no lo promueve y los empresarios se han apartado de los mercados”.

Según el Dane, entre enero y junio de este año las ventas sumaron US$19.259 millones, de los cuales US$3.548 millones correspondieron al sector agropecuario, con una caída de 2,3%.

“La balanza comercial agropecuaria, que tradicionalmente ha sido superavitaria, se encuentra en dificultades desde 2010, con lo cual el déficit comercial puede convertirse en una preocupante realidad en el corto plazo”, cita el texto.

Este ejercicio respaldado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) aconseja ayudas financieras como flexibilidad en los préstamos y garantías de la banca intermedia, así como el suministro de semillas mejoradas de alta calidad a través de un Banco de Materia Vegetal y producidas por Corpoica.

El exministro de Comercio Exterior Carlos Ronderos considera al respecto que los principales problemas están en la admisibilidad de los productos en los mercados (dado que no cuentan con los permisos sanitarios y fitosanitarios) y en las economías de escala. “Mientras no se solucionen los problemas de tenencia de la tierra para poder cultivar en grandes superficies no habrán cadenas”.

La Misión Rural establece que la promoción de exportaciones es importante porque solo así es posible desarrollar una ruralidad competitiva y disminuir la dependencia comercial sobre cinco productos (café, banano, flores, palma, azúcar y derivados) que hoy concentran las ventas en el exterior (74%).

El informe además de hacer un diagnóstico de la situación actual, identifica 35 cuellos de botella entre los que están la falta de oferta exportadora, cadenas productivas fragmentadas y bajo nivel fitosanitario.

Espinosa aseguró que el objetivo es que los empresarios tengan seguridad en las reglas de juego a través de una política que aunque se concentre en lo coyuntural tenga alcance a largo plazo. “Estos resultados deben articularse a los programas de desarrollo rural con una coordinación muy estrecha con las demás entidades. Y eso puede hacerse a partir del próximo año”, indicó.

Incidencia de la tasa de cambio en el comercio
El estudio asegura que la revaluación del peso observada desde 2003 hasta mediados del segundo semestre del año pasado jugó un papel importante desestimulando la competitividad agropecuaria. Sin embargo, el alza reciente tiene el efecto contrario. “Una tasa de cambio favorable es el elemento de mayor estímulo. La variación de la divisa será determinante en la promoción de exportaciones dados los vientos favorables”, dijo Espinosa.

Las opiniones

Andrés Espinosa Fenwarth
Consultor de la Cepal
“En Colombia existe un sesgo antiexportador, es necesario generar esa cultura porque el Gobierno ya no la promueve y los empresarios se han apartado de ella”.

Carlos Ronderos Torres
Exministro de Comercio exterior
“Los principales problemas de las exportaciones agropecuarias están en la admisibilidad de los productos en los mercados por permisos sanitarios”.

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