La gobernabilidad será uno de los mayores retos del presidente, afectada de manera creciente por el desorden y el maximalismo refundacional.

El próximo 11 de marzo, Gabriel Boric se convertirá en el presidente más joven de Chile. Con escasos 35 años, el joven político que sufre de trastornos obsesivos compulsivos, sin grado universitario ni experiencia en los asuntos de Estado, pero curtido en las protestas estudiantiles desde el 2011, enfrentará en pocos días el mayor desafío político de la historia democrática chilena desde 1990.

El presidente electo Boric llega al Palacio de La Moneda apoyado en una coalición política liderada por el Partido Comunista chileno, que desde el comienzo de su administración, intentará controlar las riendas de un gobierno con reconocidas minorías en ambas Cámaras. Así las cosas, la gobernabilidad será uno de los mayores retos del presidente, afectada de manera creciente por el desorden y el maximalismo refundacional que se observa en la Convención Constituyente, que deberá entregarle al pueblo chileno una nueva Carta Magna en el mes de julio.

El presidente electo Boric ha hecho un esfuerzo considerable para alejarse de la izquierda radical comunista que lo caracteriza para intentar aterrizar en el terreno de la social democracia, que le permitió remontar con éxito la derrota inicial de la primera vuelta presidencial y ganarle en la segunda con amplio margen a su contrincante de derecha, José Antonio Kast.

La conformación de su primer gabinete presidencial -actualmente en el complejo proceso de traspaso de mando- refleja, sin embargo, una ambivalencia política en las primeras horas de su naciente administración. 

Sobresalen Camila Vallejo, de 33 años, comunista hasta los tuétanos, designada ministra secretaria general de Gobierno; Mario Marcel, ingeniero comercial de la Universidad de Chile con maestría en Economía de la Universidad de Cambridge, quien deja la presidencia del Banco Central y pasa al ministerio de Hacienda. Nicolás Grau, ingeniero y doctor en Economía de la Universidad de Pensilvania -exponente de la nueva izquierda socialista chilena- nombrado ministro de Economía; y Maya Fernández Allende, bióloga y médico veterinaria del Partido Socialista de Chile, investida ministra de Defensa por ser nieta del ex presidente comunista, Salvador Allende, quien luce revanchista e impreparada para el cargo.

En opinión de Stephany Griffith-Jones, primera mujer latinoamericana doctorada en economía en Cambridge y asesora económica del mandatario electo de Chile, el futuro gobierno será “una izquierda joven, muy verde, dándole gran espacio a la economía sustentable y también a una economía más inclusiva, más feminista”.

La inusual combinación entre comunistas, socialistas y economistas de libre mercado presagian contradicciones y enfrentamientos ideológicos, en particular, entre los ministros Marcel y Grau en torno a la definición del nuevo modelo económico de Chile. Marcel le da tranquilidad al mercado, mientras Grau representa el estatismo garantista y expropiador que promueve el comunismo chileno, fomenta el éxodo empresarial y provoca la salida de capitales de Chile valorada en US$25.000 millones.
¡Ojo Colombia!

ANDRÉS ESPINOSA FENWARTH
​Miembro del Consejo Directivo del ICP
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