Es mucho lo que se puede hacer para desestimular las fuentes de desperdicio económico, que reanimen la economía.
La revista Foreign Affairs de enero- febrero de 2020 publica un interesante ensayo del economista hindú de 58 años, Abhijit Banerjee, y de su esposa de origen francés, nacida en 1972, Esther Duflo –galardonados con el premio Nobel de Economía 2019 por su investigación dedicada a la lucha contra la pobreza–, titulado How poverty ends.
El estudio en comento confirma que las últimas décadas han sido muy positivas para los mas pobres. El número de personas que viven en la extrema pobreza se redujo de 2.000 millones a 700 millones desde 1990. Nunca antes en la historia de la humanidad se había sacado a tanta gente de la pobreza tan rápidamente como en esta era.
La razón principal de este impresionante avance ha sido el crecimiento económico de nuestro tiempo, particularmente en China e India.
Banerjee y Duflo sostienen que si bien no existe una fórmula mágica para inducir mayores tasas de crecimiento económico, existe un factor común que debe ser tenido en cuenta, la reasignación de recursos (tierra, capital y trabajo) hacia un uso más productivo. Chang-Tai Hsieh y Peter Klenow demuestran que una favorable reasignación de factores ha mejorado la productividad en niveles que fluctúan entre el 30 y el 60 por ciento en China e India.
Como es natural, las ganancias de esta reasignación de factores, tarde o temprano, arrojan rendimientos decrecientes, que hacen necesario buscar nuevas fuentes de crecimiento.
Los autores reconocen con humildad que esto no es fácil ni siempre es posible. Este parece ser el caso de China e India, naciones de tamaño continental que podrían evidenciar una inevitable reducción del crecimiento de sus economías.
Banerjee y Duflo afirman que es poco lo que se puede hacer para revertir lo anterior. Sin embargo, la buena noticia es que incluso en ausencia de crecimiento económico, existen otras vías para mejorar los indicadores de desarrollo.
De acuerdo con estos economistas, es posible identificar nuevos enfoques para obtener respuestas confiables sobre cuáles son las mejores formas de combatir la pobreza y aumentar la calidad de vida de los más pobres, dividiendo esta problemática en cuestiones más puntuales, con preguntas más pequeñas y manejables, que incluyan experimentos de campo, la economía del comportamiento y el avance de los niveles de productividad, salud, educación y vías de comunicación.
La investigación de Banerjee y Duflo confirma que los verdaderos ingredientes del crecimiento sostenido siguen siendo un misterio.
Pese a ello, es mucho lo que se puede hacer para desestimular las fuentes de desperdicio económico, que reanimen la economía y mejoren la calidad de vida de los más pobres.
Por esta razón, resulta oportuno relievar la importancia de los Pactos por el Crecimiento y la Generación de Empleo, que promueve el alto Gobierno en el marco de una alianza público-privada, con acciones prioritarias para impulsar el aparato productivo en 61 billones de pesos y crear un millón cien mil empleos.
Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co
oscar Rendón
Excelente resumen Dr Espinosa