El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Aurelio Iragorri Valencia, presentó oficialmente su plan ‘Colombia Siembra: soberanía alimentaria y despensa del mundo’. Este ambicioso programa de fomento de la producción agraria, tiene como principal meta crecer la frontera agrícola de 7,1 millones de hectáreas en el 2015 –según las cifras del Censo Nacional Agro pecuario– a 8,1 millones de hectáreas en el 2018. El plan se fundamenta en el mapa de zonificación del potencial agrícola nacional elaborado a nivel departamental y municipal por la Unidad de Planificación Agropecuaria (Upra), cuyos resultados indican que Colombia cuenta con 26,5 millones de hectáreas con inclinación agropecuaria, de las cuales 11 millones son consideradas aptas para actividades agrícolas; 6 millones para ganadería; 7 millones para la explotación agroforestal, y 2 millones para la preservación de cuerpos de agua.

El proyecto tiene cuatro objetivos básicos: aumentar la oferta agropecuaria, acorde con la vocación de la tierra, para garantizar la seguridad alimentaria nacional; incrementar el área, la producción y la productividad agropecuaria para el mercado doméstico y de exportación; fortalecer el desarrollo tecnológico y la asistencia técnica rural; impulsar el desarrollo de negocios agropecuarios rentables. El aumento del millón de hectáreas abarca la sustitución del 50 por ciento de importaciones de alimentos, para lo cual el Ministerio se propone invertir $1,6 billones. Los productos seleccionados para acrecentar la oferta agrícola y sustituir 5 millones de toneladas de importaciones son maíz, arroz, soya, algodón, azúcar y productos forestales. La promoción de exportaciones comprende piña, mango, uchuva, gulupa, granadilla, banano, aguacate Hass, lima Tahití, flores, café, cacao, azúcar, panela, palma de aceite, carne de bovino, trucha y tilapia.

La primera prioridad del plan son los cereales, cuyas importaciones ascienden a 6,2 millones de toneladas, equivalentes a 2.000 millones de dólares. El maíz amarillo ilustra las bondades de ‘Colombia Siembra’, cuyas importaciones se estiman en 4 millones de toneladas para el 2015, de las cuales 2,4 millones corresponden al volumen negociado en el TLC con Estados Unidos. La implementación de ‘Colombia Siembra’ le permitiría al país sustituir 1,5 millones de toneladas importadas de maíz. Este programa puede disminuir significativamente la dependencia alimentaria del exterior, mejorar la balanza comercial, promover el empleo rural, incrementar los ingresos de los campesinos, reducir la pobreza rural y aminorar la brecha entre el campo y las ciudades.

‘Colombia Siembra’ es el camino elegido para el renacer del campo, sin embargo, el Comité Triple A, encargado de la política arancelaria, le puso una mina ‘quiebrapatas’ a los maiceros nacionales, al autorizar la importación sin aranceles de 300.000 toneladas de maíz. Los buques con el preciado cargamento de un puñado de importadores se encuentran -sospechosamente- fondeados en puertos del Caribe colombiano, en espera del aguinaldo navideño -pese al recorte fiscal- de hasta 83.619 millones de pesos. De concretarse, ‘Colombia Siembra’ se transformaría en una nueva frustración agraria.