Los países más exitosos son aquellos con elevados niveles de inversión en educación y profundo respeto por el Estado de Derecho.

El Centro de Competitividad Mundial de la prestigiosa escuela suiza de negocios, International Institute for Management Development ( IMD), publicó recientemente el Informe sobre Talento Mundial 2018, el cual evalúa la capacidad para desarrollar, atraer y retener talento. Colombia ocupa el puesto 60 entre 63 países, como consecuencia del pobre desempeño en casi todos los factores analizados.

La estructura de la clasificación global de talento humano del IMD gira en torno de tres pilares: inversión y desarrollo de talento propio, capacidad para atraer personal altamente calificado local y extranjero, y calidad de habilidades y competencias disponibles para retener personal calificado. Estos componentes se apoyan en una veintena de indicadores adicionales, que permiten valorar individualmente y cotejar grupalmente, como se desempeñan las economías seleccionadas a la hora de seducir y preservar su acervo laboral más competente.

En la preparación del ranking correspondiente, el IMD omite la regulación y la productividad del trabajo para concentrarse en la evaluación de la manera como los gobiernos y las empresas priorizan la atracción y la retención de talento humano desde la perspectiva de la competitividad internacional.

El Informe del IMD 2018 concluye que Suiza y Dinamarca lideran, por quinto año consecutivo, la clasificación global de talento, economías seguidas de Noruega, Austria, Holanda y Canadá, único país no europeo que se encuentra entre los diez primeros. Según IMD, Europa occidental lidera la clasificación; Europa del este está rezagada; Estados Unidos presenta buenos resultados; Singapur y Hong Kong encabezan la región Asia-Pacífico, y Latinoamérica tiene serias dificultades para atraer y retener personal calificado.

Al confrontar a Colombia en materia de talento –ubicada en el puesto 60– con Chile –clasificada en el lugar 43–, podemos medir la distancia existente entre los dos países y distinguir las principales razones por las cuales nuestro país no cultiva, no atrae, ni retiene capital humano capacitado. Cabe señalar que el aprovechamiento del talento profesional es crítico para el fortalecimiento de la competitividad y la prosperidad, particularmente en el contexto actual, donde la inteligencia artificial, la robótica y las nuevas tecnologías redefinen constantemente los desafíos que enfrentan los gobiernos y las compañías nacionales.

La valoración comparativa confirma que Chile tiene una gerencia más experimentada y competente (13) frente a la colombiana (56). La fuga de cerebros en Chile (16) es inferior a la observada en Colombia (50). El crecimiento de la fuerza laboral en Chile (9) es óptimo respecto de Colombia (44). El nivel educativo de los administradores de Chile es superior (22) al de Colombia (54). La seguridad personal y el respeto de los derechos de propiedad son mejores en Chile (32) que en Colombia (57).

Estos resultados sugieren que la riqueza del país no es el único motor del talento competitivo. Ciertamente, los países más exitosos son aquellos con elevados niveles de inversión en educación, calidad de vida superior, instituciones sólidas, progreso social y profundo respeto por el Estado de Derecho.