La cuarentena ha descuadernado por completo el mercado laboral de nuestro país… Así las cosas, el aislamiento
no es sostenible.
La cuarentena ha descuadernado por completo el mercado laboral de nuestro país, cuya fragilidad estructural facilita la gestación de un cataclismo de orden económico y social sin precedentes en la historia de la nación colombiana.
Los datos de la Gran Encuesta de Hogares del Dane de abril de 2020 confirman el trastorno laboral generado por el aislamiento preventivo implementado desde finales de marzo pasado para contener el covid-19. Por lo general, los analistas se concentran en la cifra de desempleo, que es, por supuesto, muy importante, pero que solamente muestra la punta del iceberg de la verdadera problemática laboral del país.
La tasa nacional de desempleo pasó de 10,3 por ciento en abril de 2019 a 19,6 por ciento en abril de 2020. Este fenómeno de profundo deterioro del mercado de trabajo es particularmente urbano y gravoso para la juventud colombiana.
En efecto, en las 13 principales ciudades del país, el desempleo se incrementó de 11,1 por ciento a 23,5 por ciento en este periodo; los principales afectados fueron los colombianos entre los 25 y los 54 años.
Para comprender a cabalidad esta tragedia laboral derivada del confinamiento exigido para controlar el coronavirus, es preciso ahondar en la composición del mercado laboral. De acuerdo con un estudio de la Universidad del Rosario, los colombianos con mayor vulnerabilidad en los tiempos de covid-19 son, por un lado, los trabajadores informales, que por definición tienen bajos ingresos, no disponen de seguridad económica ni prestaciones sociales.
Y por el otro, los empleados formales que no pueden desempeñar su actividad productiva a través del teletrabajo requerido por las medidas de control de la pandemia. En total, este conjunto de connacionales desamparados, cautivos de la precariedad laboral, asciende a 14,8 millones de personas y representa el 72 por ciento de la Población Económicamente Activa, conformada por 20,6 millones de colombianos.
Al examinar la serie nacional desestacionalizada del mercado laboral, que por su estructura permite comparaciones mensuales, observamos que entre el mes de febrero de 2020 –antes de la pandemia– y el mes de abril de 2020 –durante la cuarentena–, los colombianos ocupados pasaron de 22,5 millones a 16,5 millones, con lo cual los trabajadores desocupados crecieron en 6 millones por el aislamiento laboral.
A ello se suma uno de los elementos más alarmantes del mercado laboral impulsado por el confinamiento. Nos referimos al incremento de 4,8 millones de colombianos inactivos, los cuales pasaron de 14,5 millones en febrero de 2020 a 19,3 millones en abril de 2020.
En otras palabras, el número de connacionales inactivos, es decir, sin trabajo, sin ingresos y al borde de la pobreza, quienes no son considerados desempleados por cuestiones metodológicas del Dane, asciende al 49 por ciento de la Población en Edad de Trabajar, grupo que incluye a 40 millones de personas.
Así las cosas, la cuarentena no es sostenible. La reactivación económica y la generación de empleo deben ser la prioridad.
Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP.
andresespinosa@inver10.co