El Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana de la Secretaría de Gobierno de Bogotá publicó la primera encuesta sobre felicidad y satisfacción, elaborada entre los residentes que lleven viviendo un periodo mínimo de 6 meses. Los resultados son perturbadores.

El 73 por ciento de los 7.363 encuestados en 19 localidades de Bogotá manifestó que, en términos generales, no podía confiar en las entidades públicas de la capital. El 46 por ciento de los ciudadanos considera que los servicios de la Alcaldía y sus entidades poco o nada los ayudan.

El 71 por ciento de los capitalinos se encuentran poco o nada complacidos con los espacios públicos (zonas peatonales, andenes y alamedas). Basta ir al centro de la ciudad para comprobar el caos y la inmundicia generada por la peatonalización de la antigua Calle Real, convertida en un muladar por la presencia de vendedores ambulantes, mendigos, grotescos grafitis, perros callejeros y descuidadas materas plantadas en medio de la ilustre vía.

El 80 por ciento de los bogotanos considera que el transporte público no responde a sus necesidades. El 89 por ciento de los residentes de la ciudad opina lo mismo sobre el deplorable estado de las calles de la ciudad, metrópoli en la cual el 88 por ciento de los discapacitados piensa que no pueden movilizarse con facilidad por la falta de condiciones de acceso.

Los servicios de salud también se rajan: el 69 por ciento de los residentes no se encuentra conforme. El control del ruido y la calidad del aire registran un nivel de insatisfacción superior al 80 por ciento.

El 77 por ciento de los bogotanos no se siente seguro. El 73 por ciento opina que transitar por la ciudad es igualmente inseguro. Este resultado es convalidado por la Encuesta de Percepción y Victimización de la Cámara de Comercio de Bogotá, en la cual el 43 por ciento considera que la inseguridad aumentó este año. El 73 por ciento de los 9.527 encuestados estima que el hurto a personas es el delito que más afecta a los ciudadanos. El uso de armas de fuego aumentó del 19 al 29 por ciento, el fleteo y los paseos millonarios se triplicaron.

La percepción de los bogotanos sobre el aumento de la inseguridad es alarmante. El 55 por ciento de los ciudadanos estima que la inseguridad se incrementó en el transporte público, el 45 por ciento en las calles, el 43 por ciento en los parques, el 37 por ciento en los espacios públicos, el 29 por ciento en los eventos culturales y deportivos y el 16 por ciento en los centros comerciales.

El 83 por ciento de los bogotanos califica el transporte público -especialmente Transmilenio- como inseguro.

¡Bogotá se tornó inhumana e insegura como ninguna!