En Corabastos se distribuyen 12.400 toneladas diarias de alimentos, de suerte que esta central les compra a miles de campesinos y empresarios.

La Corporación de Abastos de Bogotá, Corabastos, es la central mayorista más importante del país, nodo logístico, comercial y estratégico de la seguridad alimentaria y la comercialización agropecuaria de Colombia donde se forman sus precios a nivel nacional. 

En Corabastos se distribuyen 12.400 toneladas diarias de alimentos, de suerte que esta central les compra a miles de campesinos y empresarios de la región y abastece de comida a 10 millones de ciudadanos. 

Cada día se movilizan cerca de 200.000 personas y se negocian productos de nuestra ruralidad por un valor de 24.000 millones de pesos, los cuales han sostenido la economía agropecuaria y el suministro de víveres de buena parte del país en los tiempos del covid-19. 

Corabastos es una sociedad anónima de economía mixta y comercial vinculada al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural con domicilio principal en la capital de la República. 

El objeto social de Corabastos es contribuir a la solución de mercadeo de productos agropecuarios de la región central del país, conformada por Bogotá y los Departamentos de Boyacá, Cundinamarca, Meta y Tolima. Su radio de operaciones también comprende el abastecimiento suplementario de comestibles en los departamentos del Valle del Cauca y la Costa Caribe.

La composición accionaria y la representación en la Junta Directiva reflejan la preminencia estratégica y societaria que tiene el Ministerio de Agricultura en Corabastos con el 20,47% de las acciones y dos votos en este cuerpo colegiado; la Gobernación de Cundinamarca con el 23,40% y un voto; la ciudad de Bogotá con el 4,03% y un voto; el sector privado con el 52,08% y 3 votos. La CAR asiste a la Junta Directiva sin voto. 

Dada la importancia estratégica de Corabastos, es preciso prender las alarmas y registrar nuestra voz de preocupación y rechazo a los imprudentes anuncios sin consulta previa de la alcaldesa mayor, Claudia López, con los órganos de dirección de Corabastos, que amenazan con un cierre forzoso de sus operaciones, incluidas las ventas al por mayor y al detal, total o parcial, de hasta el 65% de su aforo.

De concretarse esta decisión se pondría en riesgo la cadena de producción integrada por pequeños, medianos y grandes empresarios de la producción y el campesinado colombiano, así como el transporte, logística, distribución, provisión y consumo de comestibles de la región central del país. 

La postura irreflexiva de la Alcaldesa Mayor destruiría la formación de precios agropecuarios en Colombia y nos obligaría a reemplazar el tricolor nacional por trapos rojos en diez millones de hogares, anuncio premonitorio de naturaleza bíblica de la amenaza de arribo de la mayor hambruna de la historia colombiana. 

Por lo anterior, el Ministro de Agricultura debería enderezar este entuerto en la Junta Directiva de Corabastos con el concurso de la Gobernación de Cundinamarca y los privados, propender por la formalización de la comercialización de alimentos y garantizar su plena operación en condiciones de bioseguridad.

Andrés Espinosa Fenwarth
Miembro del Consejo Directivo del ICP. 
andresespinosa@inver10.co