Entre otros, la cancelación del viaje de Trump deja en salmuera los irritantes comerciales estadounidenses que frenan el ingreso de Colombia a la Ocde.
El presidente norteamericano, Donald Trump, canceló de manera intempestiva su visita oficial a Colombia por la crisis en Siria. La agenda política de Trump en nuestro país comprendía la consolidación de una alianza estratégica que le permitiera apoyar a Colombia y a los países vecinos por el éxodo masivo de venezolanos y definir soluciones democráticas de cara al inminente colapso económico y social de Venezuela, nación convertida en una dictadura represiva y santuario de terroristas y narcotraficantes.
El segundo elemento de la visita de Trump a Colombia era el narcotráfico y el crimen transnacional, habida cuenta de que el Departamento de Estado incluye a Colombia en tres listas negras: mayor productor de coca del planeta, fuente de precursores químicos esenciales para la producción de narcóticos ilícitos y lavado de dinero. Pese a la cancelación del periplo del presidente Trump a nuestro país, es previsible que la oficina encargada de la Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca publique el informe sobre tráfico global de cocaína, que corrobora el alarmante incremento del área cultivada de coca de origen colombiano de 188.000 hectáreas en el 2016 a 220.000 hectáreas en el 2017 y ratifica el fracaso de la sustitución nacional de cultivos ilícitos.
La circular roja de Interpol, que originó la captura por narcotráfico del guerrillero desmovilizado de las Farc, Seuxis Hernández Solarte, alias Jesús Santrich, servirá de fundamento jurídico incuestionable para que Estados Unidos lo solicite en extradición. De análoga manera, no puede descartarse que el presidente Trump aproveche esta gravísima afrenta al Acuerdo de Paz y le imprima renovado interés a la erradicación de las siembras de coca, incluida la aspersión aérea, mediante la amenaza de descertificación plasmada en su informe al Congreso en septiembre del 2017, según el cual el “país ha fallado de manera comprobada en el cumplimiento de sus obligaciones contenidas en diversos los acuerdos antinarcóticos, como consecuencia del crecimiento extraordinario del cultivo de coca y la producción de cocaína en los últimos tres años”.
La cancelación del viaje del presidente Trump deja también en salmuera los irritantes comerciales estadounidenses que frenan el ingreso de Colombia a la Ocde, en particular, la irracional política de chatarrización estatal que compromete nuestra competitividad desde hace 22 años, la reglamentación de medicamentos biológicos y biosimilares, la inclusión de Colombia en las listas de vigilancia prioritaria y revisión especial por las violaciones de los compromisos adquiridos en el TLC en materia de propiedad intelectual, incluidos el ingreso de Colombia al Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (Upov 91), la adhesión plena al Tratado de Budapest sobre Microorganismos y lucha contra la piratería en internet. A ello se suma la inobservancia de las advertencias hechas al gobierno para mejorar el sistema de inspección laboral, abuso de la subcontratación y el enjuiciamiento en los casos de amenaza, violencia y muerte de sindicalistas en Colombia.