Resulta prioritario diseñar, concertar e implementar una política innovadora de promoción de exportaciones de bienes y servicios.

Hace unos días, el profesor de economía de la Universidad de Harvard, Ricardo Haussman, manifestó en una entrevista realizada por Ricardo Ávila para el diario El Tiempo, su extrañeza por “la poca importancia que ha tenido en la discusión económica la preocupación sobre las exportaciones. Todos estamos sorprendidos con el hecho de que, a pesar de que el dólar pasó de 1.900 a 3.000 pesos, las exportaciones colombianas no reaccionaron.

Eso quiere decir que hay problemas que se deben diagnosticar y atacar. Pero no veo una agenda concentrada en eso”. Lamentablemente, añade Haussman, “veo poca disposición a mirar el asunto y seguir ejemplos de otros que han podido avanzar mucho”.

 

Haussman prende apropiadamente las alarmas. Salvo la ‘Apuesta Exportadora’ del 2006 y ‘Colombia Siembra’, del Ministerio de Agricultura de la presente administración, nuestro país no tiene un plan estratégico de exportaciones desde 1998. En Perú, el Ministerio de Comercio y Turismo mantiene una estrategia decenal de diversificación de productos y mercados concertada con el sector privado desde el 2003, política de fomento de los acuerdos comerciales con metas concretas hasta el 2025, que explica, en alto grado, el milagro exportador peruano.

En Colombia, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo decidió abandonar –en noviembre de 2005– las funciones de exportación vinculadas con el Plan Vallejo, las zonas económicas especiales de exportación, las sociedades de comercialización internacional y las zonas francas, las cuales se trasladaron, erróneamente, a la Dian. Diez años después, estas actividades e instrumentos finalmente regresaron al Ministerio, pero en estado famélico.

El Plan Vallejo se simplificó y su cobertura se amplió para eliminar los aranceles de los insumos incorporados en los productos de exportación. Impresiona, asimismo, la desaparición de 4.274 comercializadoras internacionales en esta década; sobreviven 226, también en reestructuración operativa, que anteriormente explicaban el 14 por ciento de las exportaciones y ahora no superan el 5 por ciento. En cuanto a las zonas francas, de aprobarse el alza impositiva propuesta del 15 al 20 por ciento, se pulverizaría su competitividad internacional.

El Ministerio creo el Programa de Transformación Productiva, administrado por Bancoldex desde el 2008, entidad que relegó su misión exportadora para favorecer el desarrollo y la modernización empresarial. Recientemente, las directivas de este Programa admitieron, públicamente, que perdieron el foco original, pues de las 1.047 priorizaciones sectoriales realizadas, solo 350 empresas mejoraron su productividad, sin mayores aportes al sector exportador.

La Ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Claudia Lacouture, sostuvo en una columna publicada en la edición dominical de El Tiempo, titulada ‘Exportar es cuestión de todos’, que si bien Colombia tiene los mercados abiertos, enfrentamos una coyuntura internacional adversa y limitaciones significativas de oferta exportable, competitividad y productividad, factores que se suman a la carencia de cultura exportadora y desánimo empresarial.

Resulta, así, prioritario diseñar, concertar e implementar una política innovadora de promoción de exportaciones de bienes y servicios de largo alcance hasta el año 2030.