Tormenta lechera perfecta

Se requiere una acción concertada, público privada, entre los ministerios de Agricultura y de Comercio, la Bolsa Mercantil y la industria láctea.

Desde hace 24 meses, el sector lácteo, representado por 321 mil productores que aportan el 24% del PIB agrícola y generan en el campo 200 mil empleos directos y 60 mil empleos indirectos, se encuentra a la deriva.

La crisis del sector lácteo, con visos de tormenta perfecta, tiene cuatro explicaciones principales. La primera es estructural, derivada de un reducido nivel de acopio de 3.327 millones de litros por parte de la industria, equivalente al 46% de la producción nacional de 7.211 millones de litros. La informalidad resultante deja por fuera del mercado elevados excedentes de leche cruda, que presionan a la baja los precios al productor. Según la Bolsa Mercantil, los precios al productor de leche, al cierre de junio de 2024, fueron 16,6% inferiores a los registrados en el mismo mes del año anterior.

En segundo lugar, la menguada rentabilidad de la industria láctea, que no se ha recuperado de los incrementos de los costos al productor del 39% en el 2022, generados por los aumentos en los precios de los insumos ganaderos y que no se han compensado con las caídas registradas de -0,6% en 2023 y de -2,6% en lo corrido de 2024. Del lado de los ingresos, al cierre de junio pasado, el precio pagado al productor fue 7,4% menor al precio del cierre de 2023.

El tercer origen de la crisis es la preocupante disminución del consumo de lácteos a nivel nacional, que se inició durante la pandemia con el 23% y que continuo con un descenso de 9% en 2022 y de 6% en el 2023.

En cuarto lugar, se encuentra la acumulación de inventarios de leche en polvo por parte de la industria, que usa las importaciones de Estados Unidos, Chile, Bolivia, Argentina y Polonia de 72 mil toneladas -equivalentes a 35 días de producción- para estrujar a los productores, ahora con ‘pico y placa’ y otras restricciones impuestas estratégicamente para limitar la recolección de sus cantinas de leche cruda, que esperan -entre ansiosos y resignados- la llegada providencial de los acopiadores.

Para solventar esta severa crisis económica y social, se requiere una acción concertada, público privada, entre los ministerios de Agricultura y de Comercio, la Bolsa Mercantil y la industria láctea, que incluya a Alpina, Alquería, Colanta, Gloria, Parmalat y Nestlé. Las actividades concretas que se deben desarrollar comprenden: 1. Una campaña nacional para aumentar el consumo. 2. Restablecimiento de las compras públicas para escolares de leche pasteurizada. 3. Apoyos a la pulverización de leche nacional y la fabricación de derivados lácteos como quesos y bebidas saborizadas. 4. Créditos blandos para los insumos ganaderos. 5. Contratos estables de compra de largo plazo con bonificaciones por calidad y cumplimiento. 5. Incentivos oficiales a las exportaciones. 6. Importaciones lácteas sin subsidios, expresamente prohibidos por los TLC.

ANDRÉS ESPINOZA FENWARTH
​Miembro del Consejo Directivo del ICP
andresespinosa@inver10.co

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1 comentario

  1. Roberto Ramírez Ocampo

    Andrés: estoy de acuerdo con sus propuestas.