El Minsalud dejó vencer el 90% de las vacunas … Según el informe oficial del 22 de diciembre de 2023, solo se aplicaron 121.484 vacunas del millón.

Resulta incomprensible que los funcionarios del Ministerio de Salud, regido por Guillermo Alfonso Jaramillo, se comporten como activistas antivacunas en medio del resurgimiento mundial y nacional de la covid-19.

La ineptitud y la desidia oficial exhibidas en torno al almacenamiento, distribución y vencimiento de las necesarias vacunas contra la pandemia de nuestro tiempo, la covid-19, confirman la irresponsabilidad ministerial de una entidad que, supuestamente, debería defender la salud como un derecho fundamental autónomo de los colombianos.

El representante a la Cámara del Centro Democrático, Andrés Forero, denunció públicamente al Ministerio de Salud por haber dejado vencer más de un millón de vacunas pediátricas del laboratorio Moderna, contratadas por el Gobierno de Iván Duque. Los biológicos de Moderna se recibieron oficialmente entre el 4 de abril y el 9 de mayo de 2023, con fecha de vencimiento el 16 de noviembre del mismo año.

El almacenaje de las vacunas por parte del Ministerio de Salud empapeló los biológicos durante meses, de suerte que su distribución se realizó a nivel nacional, en promedio, un mes antes de vencerse.

De acuerdo con la respuesta oficial a un Derecho de Petición del representante Forero, el Ministerio de Salud dejó vencer el 90% de las vacunas, habida cuenta de que según el informe oficial del 22 de diciembre de 2023, solo se aplicaron 121.484 vacunas del millón de vacunas recibido.

La ineficacia y la aceleración de la demora en la distribución de los biológicos por parte del Ministerio de Salud generó un doble detrimento en materia de salud y del patrimonio público. En efecto, de un lado, el Ministerio de Salud privó de protección contra el Covid a más de un millón de niños.

Del otro, el rector de la política pública de salud de los colombianos generó un detrimento patrimonial para el tesoro nacional valorado en $79.000 millones, correspondiente al costo de las vacunas caducadas, que no pudieron usarse por la negligencia oficial del Ministerio del ramo.

Es evidente que para el ministro Jaramillo, la única prioridad de la entidad a su cargo es la estatización de la salud en Colombia. Ningún otro objetivo lo motiva, ningún otro propósito lo mueve de su silla ministerial, ni siquiera la dignidad personal para presentar de manera voluntaria su renuncia por permitir el detrimento patrimonial y la desprotección frente a la covid-19 de los más vulnerables.

De oficio, o por petición de parte, la Procuraduría y la Contraloría General de la Nación deben tomar cartas en este tema de interés nacional. La documentación oficial recabada por el congresista Forero sirve de cabeza de playa para la apertura de sendas indagaciones, que desemboquen en las investigaciones y sanciones correspondientes para que un asunto de salud tan grave como este no se duerma en los anaqueles de los impunidad.

ANDRÉS ESPINOSA FENWARTH
​Miembro del Consejo Directivo del ICP
andresespinosa@inver10.co