El presidente Gustavo Petro aseguró en el marco del evento de conmemoración de los primeros 100 días de su Gobierno, que el incremento del precio de la carne en Colombia tenía que ver con un “oligopolio de frigoríficos de carne de res”. Para remediar lo anterior, el mandatario propuso “dar vuelta atrás” y revivir los mataderos municipales para evitar “el hambre en Colombia”. El jefe de Estado aseveró que “se ha elevado el precio interno de la carne, no porque cueste más, sino por que la han equiparado al precio internacional que le pagan al exportador de ganado en pie”.
El presidente Petro nos tiene acostumbrados a enunciados disruptivos, es decir, planteamientos que, como globos de ensayo, producen rotura o interrupción brusca del orden establecido. Ahora el turno es para la política de inocuidad de la cadena cárnica, definida como el conjunto de acciones sanitarias realizadas durante el faenamiento y sacrificio de animales, desposte, almacenamiento, venta, transporte y comercialización de productos derivados de la carne de res, que garanticen sean aptos para consumo humano.
Acabar con los frigoríficos y volver a los mataderos municipales, como propone el presidente Petro, representa un grave riesgo de salud pública y el regreso de la corruptela que existía en el siglo pasado, conformado por 1.600 mataderos municipales que no cumplían con las normas mínimas de inocuidad, sanidad animal y de frio. Los mataderos municipales tampoco aplicaban técnicas de sacrificio acorde con el bienestar animal. Es más, los matarifes generaban un grave daño ambiental por la forma nociva como se deshacían de los residuos cárnicos en ríos y fuentes hídricas.
El mandatario también se equivoca cuando culpa a los exportadores de ganado en pie de los elevados precios de la carne. Este fenómeno se inició a mediados del año pasado por cuenta del resquebrajamiento de la cadena alimentaria y de insumos generados por los bloqueos viales promovidos por el paro nacional, que encendieron la mecha de la inflación de alimentos en Colombia, acontecimiento agravado por la guerra rusa en Ucrania y la temporada invernal en nuestro país.
Hector Gutierrez P
Maña vieja No es resabio. Para todos los comunistas y los izquierdosos, echarle la culpa a quienes No piensan como ellos, de que todo lo malo que hacen se debe a sus opositores, se aprecia a cada momento cuando abren la boca para tratar de minimizar sus gravísimos errores y hacer que la mentira muchas veces repetida y difundida por ellos se vuelva verdad.
Desde hace mucho tiempo su técnica es decir mentiras y echar la culpa a la gente que realmente actúa decentemente, .. Por favor miren y tengan presente su forma de actuar siempre, para que se den cuenta que Nunca han mejorado Ni van a cambiar.
Ricardo J J Fernandez
Excelente articulo