Los 30 jefes de Estado de la Alianza del Atlántico Norte, OTAN, se reunieron en Madrid, España, a finales de junio pasado para hacerle frente al regreso de la guerra al continente europeo. La Declaración de la Cumbre de mandatarios condena la invasión rusa a Ucrania, acción bélica injustificada que socava de manera grave ‘la seguridad y la estabilidad internacionales’. Rusia empeoró ‘intencionalmente’ la crisis alimentaria y energética originada en la pandemia, que afecta a millones de personas en todo el mundo con su guerra genocida. Rusia es responsable de la mayor catástrofe humanitaria de nuestro tiempo. Los gobernantes miembros de la OTAN declararon que Rusia ‘es la amenaza más importante y directa para la seguridad de los Aliados, para la paz y la estabilidad del área euroatlántica’. 

La Declaración de la OTAN denuncia a China y sus ‘amenazas cibernéticas, espaciales, híbridas y asimétricas y el uso malicioso de tecnologías emergentes y disruptivas’, con lo cual ‘desafía los intereses, seguridad y valores del orden internacional basado en reglas’. 

La OTAN aprobó al más alto nivel un nuevo Concepto Estratégico, que busca garantizar la defensa colectiva contra las amenazas actuales, basado en un enfoque de 360 grados -que ahora incluye la frontera sur de Europa en los dominios terrestre, aéreo, marítimo, cibernético y espacial- por medio de tres tareas principales de disuasión y defensa: prevención, manejo de crisis y seguridad común. 

La OTAN reforzará las defensas cibernéticas, mediante una mayor cooperación civil-militar y acciones nacionales de respuesta rápida virtual para combatir las actividades cibernéticas maliciosas. 

La OTAN invitó oficialmente a Finlandia y Suecia para que firmen los Protocolos de Adhesión y refuercen la frontera con Rusia. 

Las nuevas directrices de la OTAN incluyen el fortalecimiento y modernización de su estructura militar, con recursos de nueva generación para sus planes y ejercicios de defensa colectiva en ‘operaciones de alta intensidad y multidominio, que garanticen el refuerzo de cualquier Aliado en poco tiempo’, incluida una ‘nueva política de defensa química, biológica, radiológica y nuclear’. 

La OTAN se prepara, seriamente, para prevenir la III Guerra Mundial.