El centro comercial fue concebido por el ciudadano austriaco, Victor Gruen, quien emigró a Estados Unidos durante la posguerra. Viviendo en Los Ángeles, con sus calles atestadas de tráfico, autopistas urbanas y puentes en forma de espagueti, imaginó, según cuenta en sus memorias, “un centro de barrio (shopping center), que estaría ubicado al lado de una carretera principal”, con un solo edificio “de diseño agradable y modesto”. 

El centro comercial de Gruen estaba destinado a fomentar las comunidades locales, con tiendas, oficinas de correos, bibliotecas públicas, cines y consultorios médicos. Su primer diseño se inauguró en 1954 en Detroit y el segundo en 1956, en Edina, Minnesota, el cual se inspiró con formas menos elegantes, en “los pasajes europeos, especialmente de la Galleria Vittorio Emanuele II en Milán, Italia, que se inauguró en 1877”, escribió Gruen. 

La estética no ha sido el mayor problema de los centros comerciales suburbanos, que salvo Bal Harbour en el sur de la Florida, parecen cubos sin gracia arquitectónica. El comercio minorista de Estados Unidos alcanzó su punto máximo en la década de 1990; su declive comenzó con el renacer de las tiendas de barrio, el auge del comercio electrónico y ahora con las ventas en línea de Amazon. El tráfico peatonal en los 10 principales centros comerciales de Estados Unidos se redujo en 22 por ciento entre 2018 y 2019, antes de la pandemia. Ahora bordea el 50 por ciento. 

Según Coresight Research -citado por el Financial Times- es probable que una cuarta parte de los mil y tantos centros comerciales que aún quedan en Estados Unidos, se cierre en los próximos cinco años. No es sorprendente, pues su modelo de negocios de “grandes almacenes ancla”, que atraían compradores para llevarlos a otros puntos de venta, está desactualizado. 

El viejo centro comercial, como lo conocemos actualmente, no regresará. Algunos serán demolidos y otros se convertirán en centros de distribución para minoristas en línea. Se necesita algo más pequeño, accesible a pie, una calle principal o la galería que alguna vez Gruen intentó recrear.