Juan Manuel Charry | 2019/12/04 08:54
El acuerdo con las Farc generó un efecto perverso. Urge destinar más dinero, coordinar la acción estatal y controlar la frontera con Venezuela.
El Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, el pasado 2 de diciembre, organizó un Foro Internacional acerca del Compromiso de Combatir el Narcotráfico, con la participación del exembajador de Estados Unidos en Colombia William Brownfield, el Vicealmirante Gabriel Enrique Pérez, el Consultor Daniel Rico, el exministro Juan Carlos Pinzón, el exsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental Roger Noriega, el Alto Consejero para la Estabilización Emilio Archila, el economista Santiago Montenegro, entre otros destacados académicos, consultores y representantes gremiales.
La producción anual de hoja de coca en Colombia ascendería a $18,3 billones, lo que equivaldría aproximadamente a mil millones de pesos por hectárea, en buena medida a causa de los efectos perversos del acuerdo con las Farc y de la suspensión de la fumigación aérea a los cultivos ilícitos. El consumo de cocaína se habría incrementado un 30% en Estados Unidos y un 300% en Colombia. Entre el 90 y el 95% de la cocaína se exportaría ilícitamente por vía marítima.
Daniel Rico, señaló que si se compara el presupuesto actual para atacar este flagelo con los presupuestos de hace 20 años, tan solo se estaría destinando el 30% de recursos, con lo cual indicaba que se han reducido significativamente las partidas en este frente. Una verdadera coordinación interinstitucional produce resultados exitosos de erradicación de cultivos como ocurrió en la Macarena en los años 2006-2009. Buena parte del problema sería la falta de dominio del territorio por parte del Estado. Juan Carlos Pinzón coincidía en cuanto a que se han reducido los presupuestos, pero además se ha reducido el pie de fuerza y por ende se han reducido las incautaciones, hoy solo se estaría incautando algo menos del 40% de la producción.
Para Roger Noriega se habrían perdido los logros alcanzados en el Plan Colombia. Un factor determinante sería la vecindad con Venezuela, en donde un “narco régimen” traficaría droga por 2,2 trillones de dólares. Colombia debe demandar más cooperación de los países vecinos y de los Estados Unidos, así como desmantelar la red de inteligencia venezolana en el país, que mediante tecnología rusa estaría interceptando comunicaciones como whatsapp y otras.
De otro lado, Emilio Archila consideró que los 170 municipios más afectados por la violencia, son también los que tienen mayores áreas de cultivos ilícitos, de deforestación, mayor dispersión de la población y ausencia de vías terciarias que hace muy difícil la acción del Estado, la sustitución de cultivos y su comercialización, pero que es justamente ahí donde se deben hacer las inversiones y el énfasis de la actividad pública. Para él, un aspecto fundamental del problema es la cultura del contrabando, hoy concentrado en la cocaína, mañana en cualquier otro producto poco corruptible, liviano y fácil de transportar.
Santiago Montenegro indicó que el PIB de la cocaína se habría triplicado desde comienzos de la década. Dijo que el Departamento de Nariño era el principal productor de amapola. Coincidió en que la producción dejaba en Colombia $18,3 billones, alrededor del 10% de lo que produce una vez se venda en distintos lugares del mundo. Que se produce con un grado de pureza del 86%.
Rubén Darío Lizarralde, exministro de agricultura, propuso la sustitución de cultivos de coca por cultivos de ciclo largo, con una inversión considerada en $21 billones a razón de una hectárea de coca por 5 del nuevo cultivo.
Por último, Andrés Espinosa coincidió en señalar los efectos perversos del acuerdo con las Farc y la suspensión de la fumigación aérea. Además del área ilícita cultivada, indicó que la productividad se había incrementado en 282% de 235 toneladas a 900 por hectárea, el incumplimiento de las Farc en señalar las rutas del narcotráfico y la ubicación de los laboratorios de cocaína, la discordancia con los tratados internacionales e inconveniencia de aceptar el narcotráfico como delito conexo con el delito político.
El narcotráfico es el principal problema de Colombia. El acuerdo con las Farc generó un efecto perverso, como reconoció el mismo expresidente Juan Manuel Santos. Se han reducido los recursos y el pie de fuerza para enfrentar este delito. Las zonas más alejadas y con menos medios de acceso son las más afectadas por las mafias. La vecindad de Venezuela propicia el narcotráfico y afecta políticamente. Es urgente, destinar más recursos, coordinar interinstitucionalmente la presencia del Estado, sustituir efectivamente los cultivos, y controlar la frontera con Venezuela.