Los mejores tanques de pensamiento, según The Ecomonist, combinan “profundidad intelectual, influencia política y estilo en materia publicitaria».

Los gobiernos y los formuladores de políticas públicas, leyes y sentencias jurídicas enfrentan un problema común, cómo pasar del conocimiento y su experiencia a la acertada toma de decisiones en la esfera estatal y legal. Los hacedores de política pública y los defensores del orden jurídico necesitan por igual información y recomendaciones confiables, accesibles y útiles sobre las sociedades que lideran, y de manera particular, respecto de los desafíos que enfrentan y las posibles soluciones de carácter coyuntural y estructural, con sus correspondientes alternativas y sus costos y consecuencias sociales.

Aunque esta necesidad ha existido de tiempo atrás, la globalización aceleró la creación y el posicionamiento de grupos de expertos independientes, conocida su capacidad técnica y legal para fortalecer el asesoramiento jurídico-económico y poder cerrar, así, la brecha entre los retos nacionales y la formulación de las políticas públicas. Esta creciente necesidad ha fomentado el desenvolvimiento de organizaciones independientes de investigación de políticas públicas en 182 países, cuyo potencial para apoyar y defender los gobiernos democráticos y las sociedades civiles que los conforman es cada vez más apremiante. 

La providencial evolución de los tanques de pensamiento observada a finales del siglo XX y en lo corrido del presente siglo obedece a la combinación de una serie de factores, entre los cuales sobresalen el fin del monopolio de la información por parte de las autoridades, la mayor complejidad y la naturaleza técnica y jurídica de los problemas de política pública, el creciente tamaño y la velada opacidad del Estado, la progresiva pérdida de confianza en las instituciones oficiales y en los funcionarios, electos y designados, la necesidad de información veraz y análisis certeros, oportunos y concisos, que contrarresten las falsos informativos que se mueven a sus anchas en las redes sociales, en detrimento de la democracia, el Estado de Derecho y la fábrica de la sociedad toda. 

Los centros de pensamiento pueden ser instituciones independientes o afiliadas a los gobiernos, los partidos políticos, las instituciones educativas y el mundo empresarial, que estén estructurados como cuerpos de orientación permanente sin ánimo de lucro con un radar global y un accionar local. The Economist considera que los mejores tanques de pensamiento son aquellos que combinan “la profundidad intelectual, la influencia política y el estilo en materia publicitaria con alguna nota de excentricidad”.

Según el Instituto del Laudar de la Universidad de Pennsylvania, existen 8.162 centros de pensamiento de escala universal, catalogados por un panel de 1.796 instituciones conformado por pares y expertos de medios impresos y electrónicos, establecimientos académicos, donantes y gobiernos de todo el orbe. En esta clasificación, Fedesarrollo es considerado el tanque de pensamiento económico y social número 63 del planeta y el segundo de Latinoamérica. El Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga obtuvo el puesto 67 a nivel mundial en la categoría de Mejor Centro Independiente y la posición 61 en Buena Gobernanza y Transparencia.